JACINTO Benavente y el teatro español

El teatro español tiene en Jacinto Benavente una figura incomparable durante
la primera mitad del siglo XX, compartiendo con dos excepciones Federico
García Lorca, excelso poeta lírico y Benito Pérez Galdó, esclarecido
novelista. Se dio a conocer en la escena hispana con su obra "Los intereses
creados", publicada en 1907, que constituyó su fama señera hasta la muerte.
Cultivó todos los géneros teatrales: tragedia, comedia, drama, sainete. En
la obra más simple de Benavente dominaba siempre un diálogo ingenioso,
personajes bien esbozados con innegable sobriedad literaria. Maestro de la
construcción en todas sus comedias, compuestas en su apurado andar por las
exigencias teatrales, prevaleciendo ese tipo de comedia improvisada entre
personajes que sólo se sostienen por la maestría de su autor.

Muchas veces se le comparó con el gran Félix Lope de Vega y Carpio, y fue
censurado, quizá, por los escalpelos de su época con peticiones vagas de
ficciones que, en ocasiones escoraban con obras que pasaban de las poesías
al teatro.

Su estilo revolucionó la forma teatral española, enfrentando con sencillez y
naturalidad en los temas y diálogos. Supo ganarse al público cansado de la
profusión de versos escasamente poéticos y de lugares comunes para arribar a
los naturales conflictos entre la aristocracia o la clase media; satirizó en
casi todas sus obras a éstas, a políticos, militares, jueces y hasta
eclesiásticos. Cultor de la libertad y honradez.

Benavente fue un inconforme sin que podamos catalogarlo de rebelde, sin
adscribirse jamás a una determinada ideología. Sufrió los embates de las
dictaduras con sus cargas características de oscurantismo, por ello, durante
la tiranía de Primo de Rivera sus libros fueron proscritos, entre ellos uno
de los más populares "Para el cielo y los altares".

Las limitaciones le obstaculizaron el paso a las creaciones de Benavente, en
ese momento España era cerrada, restringida con respecto a la Europa
Occidental. Su prestigio y fecundidad lo acompañaron hasta el final de su
existencia, soportando las acometidas de las nuevas corrientes, el viejo
maestro que había sido un innovador de la escena, estaba anticuado para un
estilo condenado a desaparecer. No obstante, en el teatro español no ha
surgido un nuevo estilo ni una nueva figura que pudiera alcanzar el talento
del lugar dejado vacante por Jacinto Benavente. Formó parte de las peñas
literarias de mayor arraigo en su momento, y fueron sus compañeros en la
corriente del Modernismo: Rubén Darío y Antonio Machado, los novelistas
Ramón del Valle Inclán, Azorín, Gabriel Miró, y figuras del pensamiento
español como Unamuno y Ortega y Gasset. Miembros de la reconocida Generación
del 98.

Interesante fue su aproximación a Shakespeare en "Cuento de amor" y en la
adaptación que hizo de "Noche de Reyes" erigiéndose en el más notable autor
al estrenar su novela escénica "La noche del sábado" en 1903.

El mayor reconocimiento a Benavente fue cuando obtuvo el Premio Nobel de
literatura, lo que da lugar a un magno homenaje nacional en España.
Indudablemente, "Los intereses creados" fue su logro inmortal, esta
deliciosa sátira de la justicia, de las costumbres cortesanas y de la
codicia humana con su noble expresión de "modernismo" guarda grandes
recuerdos y vigencias, viendo el acontecer del mundo actual con su carga de
vicios que parecen no haber cambiado mucho. Cualquier símil es fácil de
establecer con las sociedades presentes, la corrupción, el tráfico de
influencia y la pillerías que nos topamos a diario, vienen siendo
consecuencias de esos intereses creados. Tan bastardos como siempre y tan
inhumanos que terminan con la libertad.

Uno de los aspectos curiosos y no menos interesante de Jacinto Benavente es
una obra dramática para niños "El príncipe que todo lo aprendió en los
libros". Fue escogido para la Real Academia de la Lengua, cuando muere el
gran polígrafo Marcelino Menéndez Pelayo, cargo que nunca pudo desempeñar
por "falta de Tiempo". El autor de innumerables éxitos como "El collar de
estrellas" y premio Nobel de la literatura, murió en Madrid en 1954, dejando
inédita dos obras "El Bufón de Hamlet" y "Por salvar el amor".

http://www.2001.com.ve/articulo_opinion.asp?registro=4569

Francisco Alarcón

No hay comentarios.: