Más comunismo menos consumismo

Más comunismo menos consumismo de Francisco Alarcón
El régimen va al ataque, contra las manifestaciones pacíficas de estudiantes, contra la libertad de expresión, contra la propiedad, y ahora tratará de imponer las novísimas leyes impositivas ajustadas al socialismo. Qué será lo que quiere Chávez, exprimiendo la paciencia de los venezolanos. Las encuestas manteniéndonos en la ortodoxia de las estadísticas, señalan el rechazo de los venezolanos hacia el comunismo y medidas de ese corte. Somos según ellas un 80% quienes nos oponemos a las confiscaciones y privaciones, llámese propiedad privada o libertad de expresión, empero más comunismo se nos avecina, para lo cual debemos estar preparados a rechazar en dotada resistencia.

No hay más antesalas ni coloretes para los venezolanos, para Chávez y sus fanáticos, Venezuela va rumbo al comunismo, con o sin violencia jacobina o como quiera designársele. Transcurridos los días de las presunciones, estamos de frente a un régimen comunista al cual no se le ha permitido su avance total, pero que no ceja en hacerlo. Es cuestión del pueblo venezolano no cederlo, como siempre lo fue, hacerle frente a la soberbia de grupos minoritarios armados y amenazantes que quieren arrasar con todo; sin apelar a la violencia ni caer en sus provocaciones. El comunismo profesa el método del terror como vía natural para alcanzar y consolidar su poder, no hay revolución sin violencia, pero sí hay revoluciones que cesan sin violencia con métodos pacíficos como los de Polonia y Serbia. No es el único escenario contrarrestar la violencia con más violencia, cayendo en las redes del opresor. Fue la juventud serbia quien encendió los motores de la resistencia contra Milosevic sin utilizar las armas.

¿Qué sucederá después de la copa América con las contradicciones económicas: Más inflación y escasez, devaluación para 2008? Así será el devenir del Gobierno nada obsequioso. Tendrán que enfrentar la severa crisis creada por ellos mismos, no se podrá mantener el gasto publico, la inflación escapará a los controles hasta ahora utilizados, disminuirá el flujo de divisas para las importaciones. Venezuela tendrá crecidas dificultades después de haber malgastado la renta petrolera sin disfrutarse ninguna prosperidad. La infraestructura primordial del país está en el suelo, fuera de la construcción del viaducto de La Guaira por una empresa de la “cuarta República” no hay nada encomiástico. El destino de las obras inauguradas con motivo de la Copa América será precario. Posiblemente adelantándose a esto, Chávez llama a sus conmilitones a renunciar a las riquezas y acogerse a un voto de pobreza, razón contraria al pensamiento “revolucionario” de su entorno, quienes mayoritariamente profesan una vocación desmedida por los peculios y la obtención del dinero fácil. Si algo no conoce el venezolano referente al comunismo y las privaciones que éste trae, son su ruina moral y material. Serán momentos arduos para quienes todavía acompañen al “líder” de la revolución roja venezolana.

Más marxismo que, acabará con esa clase militar consumista y abarrotada de prebendas, para los comerciantes afectos al régimen y demás afines, sobrevendrá la destrucción del aparato productivo y redes de comercialización.

Los estudiantes ya marcaron el rumbo de la resistencia, el camino pacifico de la libertad. El deber de todos los venezolanos será seguir ese ejemplo. La lucha es para todos, no existirán más consideraciones temporales una vez que, Chávez comience su etapa “jacobina”. Este régimen siempre trazó el camino de la violencia y confrontación para sostenerse. Ahora viene el período de reconciliación entre los sectores sociales para poder reestablecer la libertad en Venezuela, y enfrentarse unidos al comunismo, a las confiscaciones de la propiedad, capitales y leyes impositivas de contenido “socialista”. El país no absorberá el comunismo, ni está dispuesto a seguir el rumbo dictatorial de la desdichada patria de Martí. Venezuela seguirá siendo libre porque el venezolano es libre de conciencia.

Francisco Alarcón
(diario 2001 23/06/07)

¿Quién manda al carajo a quién?

Diario 2001/Noticiero digital/ Venezuela Analítica

En el último mitin de Hugo Chávez en la avenida Bolívar, nuevamente se puso en evidencia la improvisación, la poca convocatoria del comandante y su imaginario partido único. Tan escuálido e insignificante fue con sus asistentes traídos en su mayoría del interior que, aprovecharon su viaje a Caracas para conocer los centros comerciales “burgueses” y realizar sus compras, llenos de souvenirs y desencanto regresaron a sus natalidades, llevando el recuerdo imperecedero de lo que sería el país sin Chávez.

Cómo aprovecharían sus tiempos los viajantes obligados por la revolución, si en vez de ese viaje inusitado, fuera de solaz con el dinero producido en la patria prospera, administrando los ingresos petroleros como debe ser. Donde se gane el dinero con el sudor de la frente, honestamente; fructificando más que la breve y descolorida pasantía de horas en la ciudad capital, espejo de las bondades del capitalismo, a pesar de los destrozos cometidos durante ocho años por los adeptos del “proceso revolucionario”.

El comandante en este acto no reafirmó su condición de “líder” y como siempre brotó su “irracionalidad”, peleándose con todo el mundo, mandando al carajo a su misma desesperación. Topándonos con un Chávez solo, a quien no le quedó más remedio que lanzar sus imprecaciones, viéndose poco concurrido y sintiéndose abatido. Percatándose como el público le mandó al carajo, sumado a la inconstancia de sus seguidores. Sin necesidad de apelar a las encuestas, constatamos a diario como el rechazo popular creció contra el Presidente después del cierre de RCTV.

Más pudo el “ruego” de Eudomar Santos que las descalificaciones de Chávez contra el protagonista de “Por estas calles”. Perdió frente al histrionismo consagrado, y su truculencia no logró vencer ni siquiera a la ficción popular, simbolizada en estos actores de carne y hueso. Por fin la gente entendió quien es el culpable de lo sucedido en estos últimos ocho años. Hugo Chávez dijo cerraría a RCTV y así lo hizo, esta vez no hubo delegación alguna, sin intervenciones del Seniat ni de otro ente gubernamental.

Fue él y solamente él, quien lo causó y así lo asumió el pueblo, coartando la libertad y por eso la reacción de los estudiantes, sumándose a los periodistas e intérpretes de la novelas de RCTV, quienes sin enconos nos hicieron llorar, o simplemente nos produjeron hilaridad con sus advenimientos cómicos durante años. Fueron novelas que, más allá de eso, nunca les cercenaron la libertad a los venezolanos en términos reales.

Hállase aquí, la concreción de esa imagen comprometida con la responsabilidad de haber mandado y destruido el país. Hoy en día esta plenamente descubierto, el conglomerado sabe quien le despojó de sus novelas y libertad de expresión, pues Chávez, apartándoles de la bienandanza. Se rompió el encaje etéreo y apareció el autentico villano de la vida real, fundido en un solo personaje.

Este pueblo es quien manda al carajo a quien le roba su libertad, no es el mandatario de turno quien manda al carajo a nadie sin su consentimiento. Esta variación se produjo, y por ello, saltaron los estudiantes a la palestra pública con sus manifestaciones en resistencia autónoma y diferente. Estamos en tiempos de cambio para la sociedad venezolana. Se facilitó el primer paso para el nacimiento de una resistencia que irá incorporando a todos. Nace una posible vanguardia para las futuras luchas, tan vistosa que, ya le identifican con la generación del 28. Cuestión que el tiempo validará si logra mantenerse firme y sesuda tal como fueron los antecesores de 1928.

El cambio en Venezuela fue total en breves momentos, pareciendo aclararse muchas cosas soterradas, exponiendo valores olvidados; en el presente se conjugan dos alternativas de existencia, contrastando los ineptos servidores públicos con gente joven que, desea abrirse camino hacia el futuro en un país de oportunidades vedadas. Este acontecer es el comienzo de la redención hacia la libertad.

Francisco Alarcón

El partido del desengaño

diario 2001

Posiblemente si Chávez estuviera en la oposición, hubiese logrado su deseo de fundar un partido único, siendo él su único militante. Pero ahora en el poder y con todo el despliegue logístico que deriva de su investidura, no consigue arrancar su mayor ambición del partido único, donde la gente se inscriba voluntariamente. Nos tocó presenciar en nuestro vecindario, cómo trancando avenidas, forzaron a las personas para que se anotaran, resultando como todas las actividades de masas del chavismo, un fiasco. Los chavistas cargan su sentimiento de culpa, sabiéndose no ganadores en ninguna de las contiendas electorales. Ello se manifiesta en todos sus comportamientos, siendo el más elocuente cuando terminan su jornada de “trabajo” lo primero que hacen es desprenderse de su gorra y camisa roja. ¡Qué vergüenza sentirán!

Pero, quizá el problema fundamental que traerá a los inscritos en el PSUV, será la mácula de incorporarse a una organización nacida del capricho de un sólo hombre, sin rumbo cierto y prefijado en una dictadura, transgresora de la libertad como derecho natural de los individuos. Si a esto, le adicionamos las denuncias en materia de Derechos Humanos y de otros “delitos”, estaremos en presencia de algo muy parecido a lo que fueron el Partido Nacional Socialista de Hitler, o al Partido Fascista de Mussolini. Antes, en plena democracia existían los “infalibles” partidos políticos, y libremente cada persona escogía su opción; la socialdemocracia brindaba alternativas para cualquier militancia. Era un problema de ideas y de afinidad con ellas. En el momento no se trata de eso, sino de la consolidación de un proyecto autoritario por un caudillo que, enrumba al país hacia el despeñadero. Donde la corrupción es el vértice de su destrucción, donde la libertad de expresión es escarnecida, donde el disenso no será permitido y donde el venezolano no podrá vivir. Cooperar con el “Líder” es vergonzoso y cualquier condena futura pudiera ser compartida, la historia en estos casos es irreducible y los perdones no se alcanzan. El venezolano nunca fue proclive a este tipo de iniciativas totalitarias, por eso es que la gente está renuente a inscribirse en un partido único, aunque le “paguen” o le “obliguen”.

El otro aspecto seria la parte de organización, jamás el chavismo contó con una estructura organizativa, siempre se valió de la coerción para sus movilizaciones y actos, los supuestos comandos no existieron, ni existen, fueron artilugios coyunturales, forjados con empleados al servicio del régimen, en condiciones obligantes. Se conoce muy bien como se manejan esos reclutamientos con una inversión inmensa de recursos del Estado. La indefinición ideológica del socialismo del siglo XXI, tampoco se pudo concretar como doctrina, más allá de lo que fue el comunismo históricamente condenado, o de la faramalla cubana. Con estos antecedentes es imposible la integración de un partido, sin principios ni doctrina que, proviene de las catervas chavistas, corceles de la violencia y espasmos de los resentimientos.

El Partido Único Socialista Venezolano será el gran desengaño para Hugo Chávez que, junto a su ensayo totalitario nació muriendo. Sin nada que estimule a la población a su alistamiento. Es la añagaza de una gestión de gobierno, es la derrota al comunismo, a la privación de la libertad. Nadie comulgará con él espontáneamente, el pueblo no caerá en la trampa del régimen, y quienes lo hagan deberán estar conscientes de deferir sus responsabilidades. Como leíamos en un foro de opinión digital que decía “no le darán visas a EUA a quienes se inscriban en PSUV” no sólo pudiera ser esto, el alcance de ese desatino como ya lo hemos dicho, pudiera ser más indigno, cuando se establezcan responsabilidades de los daños, de lo malgastado, explorando y rescindiendo esta maldición. Será cuando el mundo civilizado y la justicia hagan sus veredictos y entre los culpables se hallen a los progenitores de esta aberración llamada el Partido Único

de Francisco Alarcón