Que en paz no descanse

Titulo de esta manera, por supuesto evocando a esa gran demócrata llamado Carlos Andrés Pérez, no haciendo una admonición a su descanso eterno, sino a la alusión de lo que Chávez ha espetado maliciosamente, cuando dijo que descanse en paz pero que los adecos y copeyanos más nunca volverán. La muerte de Carlos Andrés es un acontecimiento triste y asaz loado, pero para los venezolanos será algo más que eso, empezará a funcionar la memoria fidedigna de un pueblo que vivió en democracia y ahora padece de muchas tribulaciones.

Chavistas trabajad, trabajad...

Por primera vez el presidente de la Republica establece un compromiso concreto con el pueblo venezolano, “intuitu personae”, como escriben los abogados en los contratos, la obligación estará en el cumplimiento con los hoy damnificados por las lluvias. Deberá resarcirlos de los daños, construirles viviendas y reparar las averías causadas por el fenómeno natural. Así se comprometió públicamente en forma directa con los damnificados, con Venezuela. No bastará con estas medidas iniciales de albergarlos en los hoteles ni en Miraflores, esa no es la esperanza de un damnificado ni en el corto plazo pasar las navidades fuera de su casa, ni permanecer indefinidamente en lugares sólo para uso temporal. El presidente salió a buscar las voluntades perdidas en las elecciones de septiembre, ofreciendo villas y castillo y deberá cumplir antes del 2012, igual que enfrentar los propios “olvidos” de su gobierno que viene arrastrando impulsivamente durante doce años, habiendo dejado en el abandono todas las construcciones realizadas por la democracia y otros gobiernos. Así que él y su gente tienen un breve

Exprópiese!!

Esa expresión tan utilizada por quien le expropió el corazón a Venezuela y no se lo pagó ni se lo pagará, es la que ahora alude el pueblo de manera jocoseria como término de rapacería, y toma sentido dramático viendo los resultados de lo que es actualmente el país. Expropiaciones por todas partes que fueron matando la actividad económica, comenzando con la agroindustria en vías de desaparición, aquellos inmensos centros de producción hoy reducidos a la miseria, nunca lograron levantar nada, ni siquiera los repartieron para que fueran remplazados por manos hábiles que, consiguieran justificar su cambio de propietario. Fue una agresión a la Venezuela pujante con deseos de seguir en ruta hacia el mundo moderno y no el regreso de “Juan el Veguero”, rodeado de zamuros con hambre y desventura alojadas hasta en sus huesos. Un retorno al pasado, una negación al adelanto, una venganza contra los venezolanos trabajadores e industriosos, una plaga para el campo y para la misma naturaleza.

La Izquierda y sus mantenidos


Quizá, la única “creación” que ha tenido la izquierda venezolana sea este régimen; antes el tiempo les anduvo entre guerrillas, plenos al estilo bolchevique, cursos sobre el manejo de armas y otras actividades que nunca estuvieron dirigidas a llegar al poder por la vía lícita del voto. Puras conspiraciones fueron las enseñanzas de los cultivadores de la “notable” ideología marxista, que todavía los hay, unos arrepentidos concibiéndole  las criticas al gobierno desde sus propias excrecencias, y los más ignorantes, creyéndose poseedores de esa verdad que todavía no ha sido totalmente develada por los “teóricos” para acabar con el capitalismo. Muchos de esos “visionarios”  se engolfaron en las universidades para crear a los tantos

Deudas y mas Deudas

Cada vez que se realiza un viaje presidencial por los confines del mundo, poco o nada, sabemos los ciudadanos venezolanos de lo que ocurre durante esos periplos, cuánto se gastó, para qué fueron; estrictamente accedemos a ver las reseñas de la prensa internacional. Cuando el jefe del estado venezolano nos compromete en acuerdos y compras –casi siempre de material bélico- o en compromisos ininteligibles que no llegamos a entéranos, sin estar al tanto tampoco de cuales son las deudas estructuradas que implican esos convenios. Prevalece más la parte emotiva de

La democracia según Fidel y sus fans

El vocablo democracia se ha convertido en una expresión vana que tiene distintas interpretaciones para los encargados de regir los organismos supranacionales, como la OEA, cada quien lo utiliza de acuerdo a su conveniencia e intereses. Pareciera que son varias y distintas las democracias y se juzgan de acuerdo a las peripecias del momento. Así como fue la legislación del Derecho Indiano casuística, igual lo es actualmente para la comunidad internacional agrupada en la OEA el sentido de democracia, y en un ente que llaman Unasur.

Venezuela para los venezolanos

Los resultados de las elecciones parlamentarias demostraron que la disidencia en Venezuela es mayoría y quizá siempre lo fue, que la “revolución” nunca anduvo más allá de una alharaca chambona, sin principios ni ideales con resultados funestos y a la vista de todos disociando un país empobrecido y destrozado.

Posiblemente ese 52% que obtuvo la unidad es mucho mayor, y el resto obtenido por el oficialismo serán cifras marginales infladas de distintas maneras. Pero pronto empezará a llegar la debacle al oficialismo, cuando todos esos obligados empleados estatales no quieran seguirle acompañando, cuando tengan que justificar un presupuesto ante una Asamblea Nacional plural que le exigirá cuentas. Serán cambios radicales para que esta tierra comience a renacer, bueno, digo radicales para quienes se creyeron que Venezuela era su posesión, y los erarios públicos era dinero propio que cargaban en los bolsillos. Se adicionarán al descontento, magistrados y altos funcionarios de otros poderes que no querrán verse involucrados en lo que fue una orgía aciaga. Así siempre ocurre con el perdedor, ni a misa se va con él y ese día tenía que llegar para darse cuenta el pueblo venezolano que todo fue una jácara,

El otro yo de Venezuela

En Venezuela están ocurriendo cosas extrañas como los accidentes en serie y las desapariciones y apariciones subrepticias de tres peñeros –nunca antes visto- y se cae un helicóptero en el rescate ¿Serán coincidencias? Y además se están muriendo figuras conocidas secuencialmente. Desentierran muertos para pedirles la cedula de identidad, mientras el hampa sigue desbordaba y las fallas de luz se incrementan a diario. Sí, las cosas están revueltas, antes no llovía y ahora no escampa dejando sus secuelas nefastas, no sabemos sin son acciones del cielo, cósmicas o esotéricas, pero están a la vista de todos con ciertos temores y aprensiones.

Es una Venezuela desconocida de grandes contrastes existenciales entre gente que observa las cuestiones con naturalidad, haciendo negocios aunque el orbe se les venga encima, y una gran mayoría con todas o casi todas las posibilidades de trabajar reducidas a su mínima expresión, que sólo les permite subsistir. Hay individuos que andan en costosos vehículos blindados y otros que no tienen como pagar una buseta. Las medicinas no se consiguen e igual que la comida cuando se encuentran los precios están tan elevados que reducen el menú del pobre, constituyendo el infernal trafagar del día a día, casi muriendo más que existiendo. Se preguntan si será cierto que los muertos salen y cobran sus penas, o nos rondan y vigilan para dotar nuestras falencias. Aunque somos escépticos en creerlo pudieran ocurrir cosas que se escapan de la comprensión científica, en los misterios descansa gran parte del “conocimiento” y en la “ignorancia” se basan las teorías científicas otras veces. Antes los agnósicos eran sinonimia de ateos, hoy en día ser agnóstico significa pensar en todo lo que exista de manera fáctica sin negar cosas que desconocemos.

Pero Venezuela está revuelta y su destrucción es real, la caída de la economía es palmaria y el progreso se ve cada vez más menguado mientras sigan en pugna dos facciones, y se niegue la existencia de lo que ocurre en forma sistemática. El problema de la inseguridad no lo inventó nadie y está ahí fácil de corroborar con solo vivir en este país, las fallas de luz son cotidianas y “normales” a lo largo de nuestra geografía, pareciera que algunos es ahora cuando se dan cuenta que las maquinas necesitan de mantenimientos, que la cosas no suceden providencialmente si no interviene la mano del hombre; eso de dejar todo en el abandono equivale a destruirlo y así lo vienen haciendo. Si continuamos este rumbo, llegará el momento en que las calles de Venezuela serán de tierra y el alumbrando se hallará con lámparas de carburo- son más baratas-

Pero a través de esta miserable situación, hemos podido apreciar hechos enaltecedores donde se aúna la población y procede como antes, o como siempre fue la idiosincrasia del venezolano para amistarse y socorrerse. A quienes rescataron en el mar Caribe en los peñeros no les pidieron ninguna identificación, ni los buscaron en ninguna lista, sencillamente hicieron lo que procede en estos casos, la ayuda. Quienes primero salieron a socorrer solidariamente a las victimas del accidente aéreo en el Estado Bolívar fueron los obreros de Sidor, también sin ningún prejuicio, así somos los venezolanos y de esta manera seguiremos siendo aunque nos quieran cambiar para el mal, inculcando que existen dos “mundos”, ciertamente pueden haberlos pero para mejorar, y no para asirse a la ruina de los vecinos con malos hábitos y con registrados fracasos.

Algo se gesta por abajo, entre la gente joven como oí decir en la calle en estos días, ni con las nuevas mafias ni con la viejas, tenemos que empezar de cero. Me alegró escucharlo cuando advertimos casi todo perdido y que puede emerger una nueva sociedad hasta la presente inédita pero innovadora, tanto que nos devuelva la comunión en familia y la amistad proverbial de quienes nacimos en esta tierra, soterrando las supuestas inquinas y acordándonos de quienes fueron nuestros verdaderos antecesores que, nada tuvieron que ver con el comunismo. Ni creían que Jesucristo se identificaba con Carlos Marx o con cualquier otro bicho de uña de esas tendencias catastróficas; actualmente debemos pensar en el reencuentro y no en más desencuentros e imposiciones. Venezuela será de nuevo generosa y solidaria, viviendo en paz, como la disfrutamos y soñamos muchas veces y no con su otro “yo” mezquino y excluyente que desconocíamos.

Francisco Alarcón 

El miedo chavista

*
Todas las declaraciones y expresiones del chavismo denotan un miedo terrible, parecieran darse cuenta que su final está próximo, que el fracaso ha sido tan grande que no hay manera de enmendarlo para dar apariencias que en Venezuela se vive una “revolución”. Fue una estafa gigante y está a la vista de todos, rompieron los récords de incapacidad y para ello no se precisan pruebas, son doce años de evidencias para el pueblo venezolano, para el mundo, vedlo allí a lo largo y ancho de esta tierra.

Empero, se aprecia que por primeras vez no se presentan como una opción ganadora e irrebatible, mendigan los votos que perdieron aunque el maestro Aristóbulo Istúriz diga:

“Ellos nos liquidan o nosotros los liquidamos a ellos” con miedo y arrogancia, pero más de lo primero, Las encuestas tampoco los acompañan en esta oportunidad y mucho menos la expresión popular que palpamos a diario en la calle. Todo es un desengaño, hay que ir a votar para recuperar el país. De verdad que debe dar miedo mantenerse en el poder sostenido por intimidaciones y con la compra de armamentos innecesarios, muchísima gente anda armada y no debería estarlo, alimentando el parque de los delincuentes, y encaminando todos esos pertrechos hacia el hampa.

El mayor error de los camaradas es cuando señalan que la “revolución” está armada, no sabemos si para atemorizar a los propios venezolanos o porque se lo creen de verdad y cavilan ser los dueños de la fuerza armada, cuando las lealtades no se compran; se le puede pagar a alguien para que sirva de escolta o custodio, pero su lealtad se sabrá una vez que estén comprometidos sus intereses o los del protegido, y defina hacia dónde la enrumbará.

También se lo creyó Pérez Jiménez quien, dos días antes de su partida sostenía en una alocución que contaba con el apoyo irrestricto de las Fuerzas Armadas, y todos sabemos cuál fue su final. El otro gran problema son las últimas declaraciones de Fidel Castro, las cuales dejan huérfana a la “revolución” y a la falseada imagen que pretendían vender de la “isla de la felicidad”. Ahora todo está en la mayor ruina y sólo los salvaría un cambio de rumbo total, ya no les alcanza con el petróleo que le facilitan sus homólogos venezolanos.

Pero el miedo cunde en las filas del chavismo cuando ven las posibilidades de alejársele la “guanábana” como escribían antes o cuando saben que se acerca la época de rendir verdaderas cuentas a esta nación despojada, allí radica el máximo y efectivo miedo, lo demás no importa como el “socialismo del siglo XXI” ni cuáles venerables principios. Llegará la hora de la verdad donde habrá que aclarar en qué se gastó la hacienda publica, los obsequios al exterior y cuanto vandalismo se haya cometido. Aquí se halla todo, lo restante son agregados producto de una pésima administración, de gente torpe para el ejercicio de cargos públicos, por eso, se va la luz a cada instante, porque no saben arreglar las cosas ni con dinero adelantado, todas las evidencias están a la vista, como la ruina del campo, el cierre de empresas, la inseguridad, quizá el mal supremo que actualmente nos ocupa, la inflación que batirá todos los récords acabando con los bolsillos de los ciudadanos y no hay nada que puedan hacer para revertirlo en lo que queda de año. Sumando todos estos factores, sobradamente deben sentir muchísimo miedo los camaradas, advirtiendo que están cerca de su salida, allí estará el pueblo que se encargará de eso demoliendo con sus votos está nauseabunda “revolución”.

Así que, ese miedo arrogante nunca antes lo habían exhibido los chavistas porque nunca se habían sentido tan cerca del hoyo, es hoy cuando la gente empieza a reaccionar, cuando de nuevo la disidencia regresa a los cerros a llevarle un mensaje esperanzador a los pobres, cuando hay un horizonte para los olvidados y defraudados, siempre lo habrá para que los venezolanos puedan reencontrarse, para que de verdad puedan escoger personas quienes los representen y canalicen sus quejas. Este país nunca fue de un solo hombre ni aceptó calladamente los mandos militaristas, haciendo y deshaciendo. Venezuela es una Patria de tradición libertaria desde sus raíces, nadie cambiará la historia empañando doce años de ella. El miedo en estos casos es justificado, lo sufren los proscritos cuando los busca la justicia, es el que no prescribe ni ante la probidad ni ante el voto redentor.

Francisco Alarcón
http://2001.com.ve/articulo_opinion.asp?registro=5287

Chávez si Chávez no

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Es el jueguito de siempre que aflora en la mente de los camaradas venezolanos, quienes se valen de su única carta llamada Hugo Chávez, pareciera que en el oficialismo no hay otras “figuras” para estos avatares y se conforman con la recomendación de su “líder,” quien los pone o los quita a su libre albedrío. Esas elecciones primarias del PSUV fueron como todas sus actividades una farsa para dar cierto aspecto de democracia interna; que no existe ni dentro ni fuera del oficialismo y de ello estamos al corriente todos los venezolanos. Las libertades están violadas desde hace doce años, y es precisamente lo que nos jugamos en los próximos comicios, cuando debemos dar un paso al frente y salir a votar masivamente, aclarando que en este país la gente no quiere vivir bajo la égida del comunismo sino en libertad y en un Estado de Derecho.

Quedan pocos días para la realización de las votaciones donde se escogerán los nuevos miembros a la Asamblea Nacional, esto significa un reto para la disidencia que ve accesible este resquicio, cual pudiera ser el comienzo de un camino hacia la libertad, una vía de cambio, de demostración de poder auténtico emanado del pueblo.

Chávez nada tiene que ver con sus correligionarios aspirantes a la Asamblea Nacional más allá del vínculo natural que los identifica, pensar que se está votando por él o contra él no está planteado en este momento; lo que se busca es la pluralidad en los poderes comenzando por el Legislativo. Aunque él asuma todas las campañas con “fervor” vehemente, esto no representará nada beneficioso para quienes serán los nuevos legisladores del oficialismo. En peor situación no se puede encontrar Venezuela después de doce años de abandono y desidia, tratando de imponer una “revolución” que nunca se inició, siendo el capricho personal que predomina de la forma más totalitaria, es el desenvolvimiento tosco y atropellador que tenemos que soportar con invariables argumentos, como “la revolución está armada” o cuando repiten que es una conspiración del Imperio o de la oligarquía que se conjura, además del inveterado “magnicidio” que quiere acabar con la integridad del líder del “proceso”; pues son puros artejos que los conocemos todos y que tenemos que enfrentarlos yendo a votar.

Frenéticamente, se acelera la campaña oficialista viendo cada vez más menguadas sus posibilidades y sin poder solucionar un solo problema, la inseguridad nos acogota a todos los ciudadanos y nadie se salva de ella, el problema de la electricidad sigue igual de vigente a pesar de que la represa del Guri se encuentre rebosante, hasta riesgoso es para el día de las elecciones si ocurren apagones generalizados, cuando todos los picos eléctricos del país estén en pleno apogeo, ojala no sea así pero nada de extraño tendría porque no hay alguien quien pueda garantizar la continuidad del suministro. Tampoco sería auspicioso que la desesperación del oficialismo los lleve a incurrir en hechos violentos, o en amedrentamiento porque la gente está dispuesta a defender su derecho al voto y saben de su importancia en estas elecciones. Si bien no existen figuras arbitrantes ni los camaradas están abiertos al diálogo es posible que los entendimientos se alcancen por las bases, cada uno sabe quién es quién, son suficientes doce años de martirio para estar al tanto que la Patria se nos iría más de las manos si no aprovechamos la coyuntura. Es la oportunidad para que las bases del PSUV se manifiesten también contra un pésimo gobierno, igual como lo hicieron en oportunidades pasadas cuando había alternabilidad en el poder. Ese llamado voto castigo pudiera funcionar en esta ocasión cuando las evidencias comprometen fehaciente a la peor administración de la historia de este país.

Apreciamos que la disidencia se halla en fecundo trabajo recorriendo los barrios como debe ser, la participación de Enrique Mendoza en la organización de movilizaciones y constitución de mesas nos parece una buena señal para que se cumpla una eficaz supervisión. El miedo claudica con su estela nebulosa para arrancar una campaña áurea después de doce años, donde peores situaciones no pueden acontecer con la cantidad de muertos que a diario causa la delincuencia, el miedo no será porque la revolución esté armada sino porque Venezuela pueda perder esta nueva oportunidad de reencuentro en combativa votación que, enseña a la vista, más simpatías por la disidencia que por el continuismo estafador “revolucionario”.

Francisco Alarcón

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Elecciones “divino tesoro”


Siempre las elecciones fueron momentos de esperanzas aunque el panorama estuviese muy intrincado, a pesar de los cambios de circuitos, a pesar de todas las marramuncias en que se puedan pensar, serán invariablemente un instante de expresión y de reflexión. Si la oposición logra tener participación en todas las mesas y moviliza entusiastamente a su gente, eso vale tanto como el propio voto contabilizado.

Venezuela es otra ciertamente, pero pudiera cambiar a partir de las elecciones del 26 de septiembre con una colectividad militante que demuestre al oficialismo que no es mayoría tal como lo preconizan. Llamaría a la meditación a los propios chavistas tan descontentos como la misma disidencia, a los militares que custodian el Plan República como si fuera una tarea de la “revolución” y se involucran descaradamente en la política. Verán como en los cuarteles se vive una realidad virtual y que el pueblo venezolano es quien decide sobre la escogencia del Presidente, advirtiendo que la constitución nadie puede trasgredirla, ni se pueden recibir órdenes personales y cumplirlas como si se tratará del debido deber.

Las elecciones para la disidencia serán un “divino tesoro”. Si contundentemente salen a los centros de votación habrán librado una gran batalla frente a ellos mismos, ante la comunidad mundial, aunque no estén presentes las delegaciones internacionales que tradicionalmente supervisaron los procesos electorales cuando el talante era democrático.

Algo muy importante y que será el elemento nuevo en estas elecciones, será que todas las ventajas de favoritismo estarán a favor de la disidencia, excepto los grupos más radicales de la “revolución”, quienes se creen invulnerables ante doce años de fracasos y que al igual que los viejos partidos de la cuarta republica, no se dieron cuenta como las inconsecuencia se pagan bien caro y el instrumento es el voto. Antes la gente votaba con miedo por los controles posteriores que hace el oficialismo, hoy están conscientes que el voto es secreto y que en este caso es vital para su supervivencia.

Antes pensaban que el chavismo les solucionaría la vida: seguridad, vivienda, atención medica, alimentación, actualmente se dan cuenta que esto fue un cuento y que ocurre lo contrario, y tienen que votar para no perderlo todo, sus casas, sus negocios, su dinero en los bancos, evitar los cierres sistemáticos del régimen a través de los organismo recaudadores que tantas perdidas ha producido a los empresarios privados.

El voto constituye una salvación, ya la gente sabe que si Chávez no hizo nada que favoreciera a los venezolanos con los multimillonarios ingresos petroleros, ahora menos lo hará. La “revolución” dejó de ser un negocio rentable para convertirse en asiduidad detestable con cadenas interminables, con persecuciones y cierres de medio de comunicación, y esta sociedad es democrática. Democracia implica libertad y no libertinaje para que los malandros actúen a sus anchas y Caracas se haya convertido en la ciudad más violenta del mundo y con muertos a raudales.

Votar en esta encrucijada servirá para ganar la primera batalla que nos dirigirá hacia el objetivo central en el 2012, cuando ante unos camaradas desmoralizados; la disidencia podrá dictar pautas que se materialicen con la participación.

Está demostrado que los venezolanos no son proclives al comunismo o socialismo que son la misma cosa como lo aseveró Fidel Castro, cuestión que significa inseguridad, hambre, inexistencia de la propiedad privada y por ende vedadas las posibilidades de prosperar con un pueblo sometido, sin trabajo, sujeto a lo poco que el Estado le pueda dar como una libreta de racionamiento. Esto será lo que ocurrirá si Chávez sigue siendo beneficiado con los votos del miedo, antes en algunos casos habían quienes iban a las marchas de oposición e igual asistían a las oficialista, y a la hora de votar lo hacían por el oficialismo quien era su empleador o quien les proveía los negocios, en el momento es lo contrario su voto será para salvarse, para evitar que le quiten lo que hayan obtenido durante su vida o para no perder sus trabajos porque la “revolución” no da para tanto. Venezuela está quebrada, agotando sus postreras reservas y con gente capaz de gastarlo todo con tal de perpetuarse en el poder, importándole un bledo la desgracia ajena. Así que estas elecciones podrán ser un “divino tesoro” y la salvación de Venezuela.

Francisco Alarcón

No al comunismo

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La oposición llevará a las próximas elecciones parlamentarias una expresión de paz, de concordia, de reencuentro entre los venezolanos, no inquietándole de donde vengan los afectos a esta idea, si están dispuestos a recomenzar la reconstrucción de Venezuela. Una concreción sabia, cuando lo que pide es primordial para los seres, seguridad a sus vidas, buenos servicios públicos como la dotación de luz en forma sincera y sin mentiras, agua potable, atención medica para todos, respeto a los Derechos Humanos; eso es todo, paz para los venezolanos para que puedan vivir tranquilos y seguros. Sin recurrir a los antes sino al presente, llevamos doce años inmersos en las regresiones, con un gobierno que abandonó a los ciudadanos, los dejó por completo, se los entregó al hampa, sin medicinas ni comida y la poca que se consigue a elevados costos. No es cuestión de improvisar mercados populares para los días cercanos a las elecciones con productos importados, y subvencionados para hacer ver que son manufacturas nacionales y de bajo costo porque es un logro del comunismo. Se busca restaurar la red de comercialización, la libre competencia para que los mercados estén abastecidos, exista competitividad y los precios puedan bajar.

Este llamado a la paz encuentra su antagónico en el comunismo, que no precisa de un rebusque histórico para saber que comunismo es dictadura, es un sólo mando a donde un individuo ejerce todos los poderes y quienes lo rodean repiten como autómatas lo que él ya ha dicho, justificándole sus añagazas, son sus serviles a cambio de canonjías y oscuros privilegios. La historia está repleta de estos hechos y nada difícil es conseguir los ejemplos en distintos sitios del orbe, satisfactoriamente en vías de extinción y superados por la mayoría de sociedades actuales.

Venezuela lleva doce años en el mayor anacronismo porque los camaradas nuestros, propiciadores del comunismo no pudieron llevar adelante algún propósito constructivo, su meta fue la destrucción de Venezuela sin una contrapartida rentable. Cada vez que estatizan algo termina en la ruina, no hay proyecto arrancado y materializado, no hay una expresión cultural propia, puros aullidos y blasfemias y cero realizaciones, teniendo un país abandonado a la desidia y en decadencia, y a ello le deben responder los venezolanos con un no al comunismo y un sí a la paz, a la tranquilidad, apartados de la violencia y persecuciones. Tienen que acabarse las leguleyadas impuestas por el régimen, las censuras, las violaciones consuetudinarias a los preceptos constitucionales y Derechos Humanos.

Paz y más paz exigirán los venezolanos con su voto tras doce años de agresiones que se plasmaran el 26 de septiembre, fastidiados de los medios de comunicación oficialistas en cadenas interminables, donde se trata de acabar con el honor de personas decentes, cuando se le miente a la población de manera sistemática sin solucionar la inseguridad, ni garantizar el suministro de electricidad; hoy y mañana estarán presentes esas evasivas que han persistido durante arduo tiempo.

Comunismo es apropiarse de lo ajeno, comunismo es amenazar con acabar la propiedad privada, comunismo es privar el libre ejercicio de las profesiones, comunismo es adueñarse de las radios y televisoras nacionales para decir cuanta mentira se le ocurra al gacetillero. Comunismo es oír blasfemando al capitoste de la “revolución” o inventando con un libro en la mano que Einstein terminó siendo camarada, lo mismo que Víctor Hugo y el propio Jesucristo. Cuando la doctrina no se corresponde con la verdad, apabullando a los bobos con lecturas mal digeridas, y sacándole provecho a la necesidad del prójimo, poniéndoles a mentir frente a unas cámaras de TV a cambio de alguna miserable retribución.

Venezuela quiere paz, quiere se respete la propiedad privada, los trabajadores quieren regresar a sus empresas que fueron expropiadas y condenadas al fracaso, los campesinos quieren retornar sus tierras para trabajarlas como lo hicieron ancestralmente y no apartados de ellas, y engañados bajo los preceptos del comunismo, recibiendo un mísero salario sin la posibilidad de prosperar porqué ser rico es malo. Pues, eso es comunismo y contra él la oposición le opone su llamado a la paz que, significa devolvernos a la Venezuela de todos y próspera. Reconstruyamos el país que hace doce años nos robaron diciéndole no al comunismo

Francisco Alarcón

http://www.2001.com.ve/articulo_opinion.asp?registro=5229

Venezuela está quebrada

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Viendo los índices económicos, la caída de ganancias de nuestra industria petrolera con la pérdida en sus exportaciones, y además con el indicador de riesgo más elevado de América, seguramente no debemos vacilar en afirmarlo. Unido a esto hallamos el decrecimiento de la economía y una hiperinflación con un gobierno que no hace nada para que las cosas mejoren.

Venezuela se agrava en todo, en su calidad de vida, mientras la escasez de alimentos, medicinas y productos se acrecienta cada vez más. Los servicios públicos están colapsados y los privados a punto de correr la misma suerte por la persecución oficial que niega el ejercicio de toda actividad privada como cuestión licita. Las contradicciones dentro del oficialismos son evidentes con un sector radical que quiere instaurar a ultranza un comunismo sin la menor consideración hacia la población; otro que busca asirse de los negocios y capaces de vender hasta su madre y por último el grupo de los indefinidos que no les queda más remedio que estar en las filas del oficialismo por necesidad. Bajo esta percepción vamos hundiéndonos diariamente. No hay ninguna planificación ni coherencia en las políticas del régimen y su presidente actúa como si Venezuela fuera su posesión, sin necesidad de consultar a nadie ni rendir cuentas. Esto nos conduce al foso, a la quiebra de empresas, a la desaparición de las actividades agropecuarias con resultados productivos y gananciosos. Venezuela está desangrada y desolada en su hora mala con doce años de expoliación y de destrucción.

Es un hecho perceptible para todos, lo vemos y vivimos a cotidianamente, la calidad de vida es inexistente, pareciera una sobrevivencia interminable frente a los designios de un régimen inútil e incapaz, sin brújula para resolver algún problema. El comunismo es como una virosis donde compiten entre ellos mismos para ver quien se parece más a un viejo marxista, se disfrazan de guerrilleros, de milicianos, le hacen reconocimientos a las figuras más insólitas de este país como ejemplos de indecencia, quizás como burla a la gente honorable que espera las respuesta de un gobierno digno

Estamos llegando al momento donde todos debemos comenzar a reconstruir esta patria, o será imposible hacerlo cuando pase más el tiempo y la ruina sea tal que nos sepulte en lo más hondo del acontecer latinoamericano. Cuando hayamos agotado hasta nuestros últimos dólares y cuando nuestras industrias petrolera y básicas sean irrecuperables. Si continuamos por esta senda Venezuela estará quebrada pronto. Eso lo distingue ya la comunidad internacional que bastante interviene ahora, tratando de componer lo poco que queda del festín que constituyó el mayor reparto de dólares por el mundo entero. Todo llega a su final y eso es lo que están vislumbrando, perderemos todo, seremos más dependientes y Venezuela será la tierra de nadie si continuamos transitando esta “revolución” indecorosa y fracasada.

Colombia, Brasil, Argentina y hasta Bolivia y Ecuador deben ver esta otrora nación que bastante les proveyó en sus atascadas economías con lástima frente a su indiscutible hundimiento, un Estado que vive de las importaciones, que ha gastado cantidades enormes de dólares no en sus desarrollo sino en su ruina, comprando chatarras bélicas, alimentos podridos y ha dejado perder la infraestructura física de la nación. Nuestros camaradas en tiempos de elecciones se dedican a los maquillajes tapando los huecos del “alma” con pintura, como si así se solucionaran las cosas.

Es que nada saben hacer, ni siquiera mentir porque las certidumbres brotan al otro día poniendo al descubierto sus ardides. Todo ha constituido un fraude a la nación, al pueblo venezolano que ya lo siente y hasta los propios correligionarios de la “revolución”, a quienes con mayor obligación les toca emprender la rectificación desde el lugar donde se encuentren, basta de las dobles caras, es necesario un esfuerzo para que Venezuela no perezca en la bancarrota, empiecen desde ya preocupándose en la reconstrucción de lo destruido en estos últimos doce años. Somos la veleta y los hazmerreir del continente, hasta Fidel Castro les enrostra a nuestros camaradas que por estas tierras no hubo nada parecido a su “revolución,” restándole cualquier sentido redentor y auténtico. ¡Qué poca son y que de daño tan grande le han irrogado a este país!

Francisco Alarcón

¿Mr Larry Palmer go home?


Las declaraciones del nuevo embajador de Norteamérica en Venezuela, señalando que nuestra fuerzas armada tienen “moral baja”, tomaron por sorpresa a muchos venezolanos, comenzando por quienes ejercen funciones de poder o comandan ese componente. Es terrible que esa sea la percepción del representante de una nación primordial del orbe, y además exprese que se mantienen bajo la influencia de los cubanos. Para estas afirmaciones dadas por Mr. Larry Palmer al Congreso de los EUA no hay respuestas, las palabras no bastan para hacer una aclaratoria, ni los insultos son graciosos para elucidar la situación, paradójicamente cualquier agresión o desprecio resultaría contraproducente. Únicamente aquí caben los hechos, demostrando que las cosas no son así, cuestión que llevará bastante tiempo para que los venezolanos se den cuenta y las naciones vecinas lo perciban como una realidad.

La gran traba está en cómo debe sentirse el pueblo venezolano con esta observación, si su Fuerza Armada baluarte de defensa nacional la ven con “baja moral” y dirigida o asesoradas por extranjeros, esto atentaría contra toda creencia de nuestra autonomía e independencia, contra toda tradición libertaria.

Contra la gesta emancipadora que concluyó en Carabobo una vez que la Patria se independizó del yugo extranjero. Entonces qué será lo que pasa, se estará perdiendo todo ese esfuerzo que hicieron nuestros próceres dirigidos por Simón Bolívar, estaremos de regreso a una nueva dependencia y por voluntad expresa de un solo individuo, que está empeñado en emparentarnos y subordinarnos a Cuba, a su régimen ominoso y comunista?

Esto debe ser objeto de revisión por parte de los venezolanos más que de crítica hacia el nuevo embajador yanqui; civiles y no civiles se obligan en revisar el origen de la “detracción”, porque igual que él deben haber muchos otros que lo creen así. De manera que Venezuela dejó ser Venezuela para convertirse en una subordinada de otra nación que, nada bueno tiene que mostrarle al mundo y que a la hora de las chiquiticas no estamos seguros de quienes defenderán nuestra soberanía. Tampoco deben estar seguros los seguidores de la “revolución” con quién deben contar, a pesar de ese poco de aviones que hemos vistos en los últimos desfiles militares, y a la profusión de pertrechos que ahora exhiben en las celebraciones patrias. Estoy seguro que de Bolívar o de Páez nunca nadie hubiera dicho que sus dirigidos se conducían con moral baja porque todo estaba a la vista y la integridad ni se compra ni se improvisa, y así quedó demostrado con nuestra emancipación. Y ahora que están de moda las exhumaciones y otros procedimientos para indagar sobre nuestros auténticos héroes, y no los que fabrica el papiro de una revolución burlesca, sino los que ofrendaron vuestras vidas en aras de la libertad de la cual gozamos durante largo tiempo, y que ojalá no se le esté entregando por cuotas a ninguno, ni hipotecando nuestros haberes conquistados con dignidad y valor.

Honda preocupación ha creado Mr. Palmer cuando lanza estas apreciaciones que tampoco son un secreto en nuestro diario acontecer y que traen muchas murmuraciones. Ojalá ocurra que sea un llamado a tiempo para despertar conciencia en los habitantes de esta nación, sin que constituyan una manipulación política de exaltación a los antivalores de libertad, expresándose con desprecio de quien prácticamente nos está alertando y no en vano hace sus planteamientos paladinamente frente al Congreso de EUA. Si nuestros camaradas lo asumen como una provocación a su patriotismo que no han demostrado, estarían realizando un nuevo yerro igual que cuando asumen la figura “señera” del Che Guevara como baluarte de esta “revolución”, quien en alegoría desdeñosa se entiende como motivo de ornamento para estampar su efigie en unas camisas crepusculares. Bueno, incumbirá al gobierno y no a nosotros preocuparse por lo expresado por Mr. Larry Palmer, o si deciden nuestros acérrimos camaradas a despacharlo de una vez con la vetusta consiga ¡Go home!

Venezuela está en la visión de muchos Palmers y no se borrará este comentario con palabra alguna, podrán ser muchas las explicativas que haga el régimen pero de nada servirán si los hechos no lo confirman. O somos gente de moral baja o comenzamos de una vez a la recuperación ética, que pudiera ser una molestia no únicamente circunscrita a lo que dijo el nuevo embajador americano sobre nuestra fuerza armada.

http://www.2001.com.ve/articulo_opinion.asp?registro=5190

El 26 de septiembre es la cosa


Vemos como algo ineludible que las elecciones parlamentarias se lleven a cabo en la fecha determinada, a menos que ocurra algo incierto que desdibuje el panorama en este país por razones naturales o “sobrenaturales”. Ya todas las ocurrencias del oficialismo han sido mostradas a lo largo de once años. Magnicidios, conspiraciones, etc., ahora es la disidencia quien tiene a su favor todos esos argumentos que nunca se llegaron a producir, porque sencillamente fueron invenciones rocambolescas o mentiras de un régimen asaz inepto y desacreditado. El pueblo en todas sus expresiones ve con horror que Venezuela se siga constituyendo en una segunda Cuba, no quiere nada de comunismo para sus hijos ni para su futuro.

Qué mejor propaganda a su favor puede hallar la oposición en la actualidad, cuando es el propio régimen quien se encarga de denigrarse a sí mismo, no hay nada oculto y ya no son intenciones sino realidades tangibles. Mientras más hable y se encadene el oficialismo más crecerán las posibilidades de la disidencia de ampliar su participación en lo que será la nueva Asamblea Nacional.

Las probabilidades de no realizarse las elecciones por razones de “Estado” se encuentran disipadas, en nada calaron los argumentos de guerra ni en nada modificarán el horizonte con los anuncios de conspiraciones. Seguirán las amenazas y las persecuciones políticas con presos como Alejandro Peña Esclusa sin motivos reales para estar detenido, sin pruebas y sin nada que justifique mayor injusticia. Pero son cuestiones inevitables en este tipo de regímenes, asechanzas que únicamente desparecerán cuando Venezuela vuelva a transitar los caminos de la democracia.

Cada vez que se aproximan unas elecciones, la disidencia venezolana se siente cercana a su objetivo sin saber administrar sus pasos gradualmente, tal como lo han hecho los comunistas de este país, quienes progresivamente tratan de imponernos un sistema igual al de Cuba. Mientras la disidencia una vez que pasan las elecciones pierde su norte y quedan como aturdidos, sin ninguna esperanza de regresar a la Patria bonita y comprensiva. Pues si algo hay que aprender del antagonista es precisamente establecernos los pasos sucesivamente.

Las cercanas elecciones quizás sean las que más se han mostrado con una evidente ventaja para la disidencia, el oficialismo se encuentra sin comunicación con las masas, tiene poco que ofrecer y sus posibilidades de mejorar lo que sostienen están estancadas; así se encuentran las misiones que en el mejor de los casos se conservarán igual. El país está en bancarrota, jamás antes hubo una inflación tan perceptible y no hay algo que puedan inventar para atenuarla en lo que resta de año, similar pasará con el decrecimiento económico de la nación, continuará inevitablemente aumentando. Los planes sociales están destrozados, Barrio Adentro fue una quimera, la red de hospitales existentes se encuentran inoperante y desabastecidos. La inseguridad es un problema cardinal de la Venezuela vigente, no vemos avizorarse correctivos al corto plazo. Con estos abrumadores resultados negativos en la gestión presidencial durante once años no hace falta esgrimir pruebas, todo está a la vista, la ineptitud y corrupción son palmarias, y el causante de todo esto se halla en el trono de Miraflores, rodeado de sus coautores. Así que toda propaganda que haga el oficialismo sencillamente servirá para recargar más a tan funesta gestión.

El 26 de septiembre será la cosa para el pueblo venezolano, sea cual sea su parcialidad política, trabajen donde trabajen, aunque muchas veces se hayan vistos obligados a ponerse una camisa roja y a marchar por la “revolución”, ese día deberá ser ofrendado de corazón a la Patria, a la familia, a la decencia y cuanto halito redentor hayamos una vez abandonado. De recuentro para la familia venezolana que desea de nuevo vivir en paz y en libertad. Paso a paso se irán alcanzando los escaños de la liberación. De esta manera se derrotará al régimen sin derramar una gota de sangre ni apelar a la violencia. La desmoralización será total cuando vean como se les va derribado el imperio de la barbarie, observando cómo actúa responsablemente esa disidencia que muchas veces hemos visto perdida y desencantada. Asimismo, estará cada vez más cerca la victoria final cuando nos podamos sacudir organizadamente todas las miserias de los últimos once años.

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Caracas muere, ¡muere Caracas!

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Caracas siempre fue el fiel reflejo del país con grandes pretensiones de ser una urbe de buena expectativa, y seductora para el turismo. Así lo preservaron todos los gobiernos democráticos; así la reconstruyó de todas las miserias después del terremoto de 1812, el “Ilustre Americano” Guzmán Blanco. Creándole acueductos, cementerios, vialidad, teatros y mucho ornamento.
Ciertamente su autocracia la favoreció en ese aspecto.

En nuestros días, ocurre todo lo contrario, la anarquía acabó con la ciudad capital de Venezuela, tristemente nos cuesta reconocerlo a quienes nacimos y nos levantamos en ella. La inseguridad se apoderó de todos sus espacios y ahora con la poca iluminación pareciera una ciudad en guerra y con toque de queda. Los robos y asesinatos ya son cuestiones que forman parte de la cotidianidad, los motorizados cunden sus calles y no sabemos distinguir entre quienes son los trabajadores y quiénes son los malandrines. Infaliblemente, prevalecen los últimos cuando vemos que la mayoría de los atracos y ajustes de cuentas son éstos quienes los cometen. El tráfico es infernal no se respetan ni las reglas de tránsito, empezando por el desacato a las señales de circulación y vulnerando las normas de convivencia. A los peatones no les dan paso en la calle, ni siquiera existe la cortesía con las mujeres embarazadas, las aceras también son usadas como vías de salida por los motorizados y nada de extraño tiene ser atropellado en una de ellas. Entrar y salir de un banco es de peligro mortal siempre hay alguien esperándote en sus puertas no precisamente para protegerte.

El oficialismo ha creado abundantes parafernalias para la administración de la ciudad, pero la inseguridad nunca la han controlado, nadie cumple con sus obligaciones ni saben de trabajos comunitarios. La Alcaldía de Caracas es una sucursal o seccional del partido de gobierno el PSUV, y ninguno tiene idea de cómo se gerencia estas cosas. La no recolección de la basura está a punto de hacer crisis desatándose una epidemia, luego dirán que fueron los desechos dejados por la cuarta república. Bueno, Caracas pereció no sólo en el olvido sino en la mala fe y despropósitos de la “revolución”, revolución es destrucción para el oficialismo, y jalar hacia abajo todo lo que se ve bueno y funcionando, acabando con los sitios decentes y prósperos. Salir de noche es una locura por la inseguridad, mirando como prolifera el crimen ante la ausencia de policías que son usados como escoltas y vigilantes de los funcionarios del régimen. Así que, le recomendamos a quienes piensen venir del interior o exterior que reflexionen profundamente de cómo deben estar preparados para su estancia. Breves encargos les haremos, cómprense su chaleco anti-balas y casco, es primordial, si viajan en un automóvil y ven motorizados sospechosos a sus alrededores deben tirarse al suelo inmediatamente, procuren no asomar las narices después de la 6 de la tarde y por último como la morgue se la pasa congestionada y los interfectos le causan largas molestias a sus enterradores, deben traer sus papeles en regla incluyendo una partida de defunción pro-forma. Lamentablemente no les podemos decir ¡Salud! sino adelantarles nuestro más profundo dolor a los familiares y amigos en caso de alcanzarles la muerte.

Lo más asombroso es que la ciudad capital se va descontextualizando, con los cambios de nombres introducidos por la “revolución” como lo es el archiconocido Calvario hoy trocada su identidad por una designación de poca membrecía para los caraqueños. Los rostros funestos se hacen presentes hasta en los grafitis pagados por el oficialismo. Caracas dejó de ser Caracas, otrora capital inspiración de pintores, poetas y escritores. Su urbanismo cada vez más abigarrado la desdibuja de nuestras mentes y para las nuevas generación debe ser borrascosa, tanto así, viendo como la amabilidad proverbial del citadino ha desparecido y fue sustituida por las impertinencias de los maleantes, que a diario hacen de las suyas en este noble y singular espacio que una vez fuera el “Hato San Francisco,” y aposento de los Tarmas y otras tribus aborígenes, quienes disfrutaron de su fecunda naturaleza. Hoy muere en un llanto, en un solo dolor producto de la inseguridad con más difuntos que vivos regodeándose en sus espacios libres e inseguros. Caracas es otra, evidentemente diferente a la que conocimos y en este momento se desvanece tras su fundación entre julio y agosto de 1567.

Francisco Alarcón

Peor que en Cuba

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Mientras en Cuba pareciera que Raúl Castro busca salidas y mediaciones para suavizar la dictadura y abrirse caminos hacia los mercados internacionales. Aquí en Venezuela ocurre todo lo contrario, importando a los “viejos talentos” de la ínsula para comenzar lo que allá van desechando, pronto seremos el exilio cubano, la patria del G2 y de cuanto badulaque se le ocurra que el marxismo florece como idea vigente. Aunque los comunistas cubanos todavía exhiban con cotidiana frecuencia a su vieja vedette de la “revolución” en su mostrador añoso como un “venerable”, sin tener ya ninguna influencia en la vida del país al cual esclavizó

Venezuela se hunde, hace agua por todos lados, las penurias están cada vez más presentes, advirtiendo como se perdieron millares de toneladas de alimentos, entretanto, los supermercados o “abastos” están desabastecidos y lo que se consigue está con los precios por las nubes. Es la dialéctica de los camaradas venezolanos que ahora dictan clases de contabilidad de costos, de la formación de los precios en el mercado y cómo el capitalismo se “roba” más de la mitad en el proceso productivo; están en la etapa de la plusvalía, del plus trabajo con grandes añoranza a la teoría económica de Nikitin- si acaso se la han leído completa- ávidos de marxismo pletórico como quien tiene la primera novia y descubre que las mujeres son para amarlas. Es el “socialismo” de los camaradas engañados, porque en las altas esferas las prácticas son otras, basadas en la mayor explotación y sustracción de los dineros públicos.

La locura es generalizada se meten con el Cardenal Urosa, oblicuamente critican a la Iglesia sin tener ninguna moral ni para reprochar al peor de los bandidos, diariamente nos clavan horas de transmisiones por los medios de comunicación donde se ventilan los grandes “escándalos” de la oligarquía que, al final resultan puras mentiras. También enaltecen el dinero mal gastado apoyando el trajín de los robos.

Mientras Cuba la otrora isla paraíso tropical, donde el amor de Carmela mataba, como se oía en los acordes de la “Sonora matancera” examina tras cincuenta años de dictadura mejorar en algo a su pueblo, quitándose esa cruz de encima que ya no la soportan ni los mismos camaradas. Por primera vez se ve un resultado con relación a la expatriación de algunos presos políticos, es probable que esto sea un comienzo a ciertas flexibilidades. A lo mejor Raúl Castro piensa distinto a su hermano aunque sean de la misma estirpe “revolucionaria”. Probablemente así como le gustan las peleas de gallos y las galleras, también le gustaría volver a ver, antes morirse, algo de lo que fuera la Cuba en sus tiempos de joven. ¿Por qué no? Hasta las dictaduras cansan a pesar de formar parte de la nomenklatura, eso de vivir aislados y comiendo de las mentiras consume las esperanzas al peor malvado. Sumidos en un mundo que dejo de existir hace mucho tiempo y presentándose como la vanguardia ideológica de algo que nunca se concretó, y que quedó en el campo de los sofismas, ciertamente debe cansar. Vegetando del petróleo que le regala Venezuela y notando que las expectativas económicas nuestras van de mal en peor, debe tener bastante preocupado a Raúl Castro. Su hermano ya no aporta nada ni cuenta en la realidad cubana es como si no existiera, y hay que seguir hacia delante afrontando la autenticidad que nunca estuvo del lado del comunismo. Seguramente la figura arbitrante en la isla será la iglesia con quien se ve cierta disposición a conversar. Hay algo que cambia en Cuba, en sus inciertas condiciones que no le permite vivir, empero en Venezuela estamos cada vez peor, quisieran los comunistas nuestros ser los herederos de esa revolución rupestre y maligna.

Pronto quizás se dejaran las “chivas” para emular a los viejos piojosos revolucionarios, y seguirán copiando al arcaico patriarca cubano forjador de las conspiraciones y atentados, nada nuevo se les ocurrirá porque todo fue concebido por él y todos sus argumentos y “patrañas” las conocemos. Pues, así son las cosas, aquí estamos peor que en Cuba, aunque la providencia le haya dado todas las riquezas del universo al gobierno “revolucionario” quien no las compartió sino se las engulló para su propia desventura y quiere convertir a Venezuela en algo peor que la isla caribeña, la revolución que nunca constó.

Francisco Alarcón

La Iglesia es la Iglesia

En Venezuela se ha caracterizado la “revolución” por su falta de dialogo, de consulta con el pueblo; desconociendo la voluntad popular sin que exista una figura arbitrante capaz de intervenir en un momento de crisis severa.

El régimen se ha negado a cualquier mediación para suavizar la polarización, la arbitrariedad ha sido tal, cual los ha llevado cada vez más a cerrar los caminos a la disidencia. De allí se desprende las persecuciones y el cierre de medios de comunicación, cuestión que resulta altamente peligrosa en un período que hay que dilucidar problemas que atañen a los dos sectores. Tema que veíamos venir desde hace mucho tiempo y que actualmente se enfatiza por la incapacidad gubernamental. Pudiera ocurrir en cualquier momento un desbordamiento social sin que nadie lo detenga. El pueblo venezolano aún partidario del oficialismo no es comunista, unido a una amplia disidencia que comienza a despertar viéndose rodeada por todas partes. El oficialismo cada vez está más agresivo y divorciado de la realidad, creyendo que existen las condiciones para instaurar un comunismo al estilo Cuba.

Sin embargo, las cosas no son así en el ambiente se palpa un total descontento ante once años perdidos y dilatados en corrupción. Si se llegara a un enfrentamiento de las dos corrientes, sólo la Iglesia sería la figura arbitrante que pudiera inmiscuirse para tratar de zanjar las dificultades y echar las bases para una posible reconciliación. La Iglesia venezolana terció en situaciones críticas cuando existió un vacío de poder, sus gestiones fueron fructíferas para que no hubiese un naufragio hacia la violencia. Aunque los resultados fueron contrarios a lo que la gente aspiraba porque continuó en el poder el renunciante, empero no dejó de ser elocuente su mediación.

Ahora la Iglesia pasa a ser otro de los entes agredidos y denostados por el oficialismo grosero, fijando la mirada en sus altos prelados como si se tratará de cualquier hijo de vecina, importándole poco la institución y su acercamiento con el pueblo venezolano. Como si la Iglesia fuera un organismo sin arraigo y sin sostén moral, cuestión asaz peligrosa pensar que ella es “perecerá” por la algazara de alguien. No, la Iglesia no es cualquiera y probablemente en la coyuntura actual sea la de mayor credibilidad entre los venezolanos. Si, es la sempiterna Iglesia con tantos siglos dando la batalla por el bien, con todos los defectos que pueda tener seguirá siendo el patrón moral de esta sociedad. La que bautiza, casa y confiesa a los pecadores cuando se exceden en este paraíso mortal. Desconocer su ascendencia de siglos, es como desconocer los imprevisibles de la naturaleza; la Iglesia pues es la Iglesia.

Actualmente, vemos como en Cuba se erige como mediadora entre el pueblo oprimido y la dictadura de los Castro. A Raúl Castro no le quedó más remedio que acercársele para que no se le muriera el disidente Fariñas con muchos días de ayuno, exigiendo la libertad de los presos políticos, y esta labor no ha terminado, inversamente, comienza siendo el árbitro entre laicos y creyentes, entre la disidencia cubana y un régimen negado a abrirse hacia la libertad. Será un largo camino pero llegará la emancipación cubana que ojalá sea por la intermediación y no por la violencia.

Igual ocurrirá en Venezuela, quiéranlo o no, será la Iglesia la figura arbitrante, la tercera persona y el oficialismo deberá estar atento a ello, al igual que la disidencia.

Sus llamados y críticas han sido los más serios y mejor sustentados, que pueden servir para alertar a los dos bandos. Subestimar a la Iglesia puede resultarle costoso al régimen y para la disidencia será siempre un ejemplo de paciencia y sensatez, enmarcado dentro de las exigencias reales de los venezolanos que ven hoy conculcadas sus libertades.

La Iglesia al presente se constituye más que nunca como la figura arbitrante, a sus llamados deberán estar atentos todos los venezolanos sin distingos políticos y a ella ocurrirán en los momentos cruciales cuando Venezuela se disponga a su reconstrucción que, ha de llegar en algún instante no muy lejano. El sueño de este pueblo sigue siendo vivir en democracia y no estar sometido al yugo del comunismo. La Iglesia continuará siendo su guía espiritual y posiblemente salvadora en esta adversa situación. Miradla como la institución que nunca los ha olvidado ni ha dejado de preconizar la libertad.

Francisco Alarcón

Libertad o muerte

*

La libertad para los seres humanos es una necesidad inalienable, tanto como el oxígeno para su vida. El hombre aparece en el mundo, libre y nómada sin barreras, sin cercos y en la medida que aumenta la población nace otra necesidad inherente al ser, como lo fue definir los espacios, así aparece la propiedad. La propiedad privada o no privada por no estar delimitada como tal, fue parte esencial de las nacientes comunidades sin que conllevara un rótulo egoísta. Igual que el respeto como la norma cardinal para el trato social y la convivencia. Cualquier teoría que desconozca el derecho a la propiedad se aparta de la naturaleza humana. Vemos a diario cómo en este país otrora cuna de la libertad desde su génesis, se quiere cambiar este rumbo con las peyorativas y manidas consignas relacionadas al comunismo. “Patria, socialismo o muerte” además de ser un vulgar calco, constituye una aberración. Siempre se ha dicho que la existencia se concibe en libertad o hay que morir por ella. Hasta los avezados “revolucionarios” la usaron para cambiarle su originalidad, haciendo ver que libertad era esclavitud al servicio del Estado o de un autócrata.

El otro equívoco es asociar “la Patria” como expresión chovinista contra la evocación noble que le dieron los precursores independentistas, cuando el mundo empieza a quedarle estrecho al hombre con los avances tecnológicos, es muy posible que estos recuerdos tendientes a exaltar “la Patria” como la propiedad inversa de una determinada corriente de ideas, se desvanezca en el tiempo como actualmente comienza a ocurrir. De manera que será un arcaísmo en breve, tratar de aclamar nacionalismos exacerbados cuando se invoca a la Patria, viablemente Patria será el mundo entero.

Cuando se altera la libertad, cuando se agrede la libertad en su magna disposición, se hace insoportable la vida. No hay ciudadano que lo aguante, no hay nación que lo reconozca, imponer un yugo tiene graves riesgos para un gobernante cuando hace mal uso del gobierno, así lo afirmó Ortega y Gasset siendo legítimo que se plantee una rebelión.

En Venezuela se conculca la libertad, y se enrumba hacia un primitivo sistema comunista, donde no existirá la propiedad privada. Aunque haya ido el “proceso” a pasos graduales no quiere decir que las cosas no se estén haciendo. Todo el andamiaje “jurídico” que monta la Asamblea Nacional es precisamente para tratar de darle piso “legal” para un viraje hacia el comunismo. Cuestión que el venezolano ha rechazado categóricamente en votaciones, porque es contrario a su idiosincrasia sin embargo no hay nada que detenga al régimen para que cese en su propósito.

Cualquier reacción frente a estas imposiciones se tomaría como una expresión de libertad, de lo contrario el país sucumbirá al fosco comunismo, veríamos lo poco que queda de democracia como una caricatura del pasado sin ninguna posibilidad de regresar a ella. Privados de todos los caminos para expresarnos y de manifestar, la pérdida sería total cuando se derrumbe la institución familiar por disposición del Estado. La educación de los hijos subordinados a las necesidades del régimen. La propiedad privada estaría extinta como estaría impedido el derecho a disentir, que es casi un derecho perdido en la Venezuela de hoy en día.

Del ámbito económico estamos enterados, jamás antes se vio tanta ruina frente al caudaloso ingreso que provee la renta petrolera. La corrupción no permite ni siquiera sostenerse al Estado, y por el camino que vamos cuando desaparezcan las empresas privadas nos toparemos con un Estado que no podrá mantenerse por inepto. Las estatizaciones de empresas, las expropiaciones en el campo no sirvieron para nada porque el sistema de cooperativas no funcionó, y actualmente nos dirigen hacia las comunas, trillando todo lo adelantado en materia de descentralización a pesar de sus resultados evidentemente positivos. Todas las medidas que toma el régimen van dirigidas a acabar con la libertad, los ciudadanos de este país cada vez se hallan más asfixiados. Por ello, a la consigna impuesta, importada y desoladora de “Patria, socialismo o muerte” debemos anteponerle ¡Libertad o muerte!

Francisco Alarcón

Publicado en el Diario 2001, noticierodigital.com, The Americano y otros medios nacionales e internacionales.

¿Se consolida la revolución?

*
Aunque parezca un hecho imperceptible y circunstancial, constituye algo muy veraz; en Venezuela se consolida “la Revolución” ante la mirada impávida de sus habitantes. En once años no ha retoñado una oposición fuerte, ni una disidencia organizada. Todo indica que estamos transitando una especie de metamorfosis de lo que será la “nueva Venezuela socialista” que no distará mucho de lo que es Cuba. El símil aunque ya bastante trajinado es la verdad que no parece detenerse con ruegos, ni mensajes plañideros a través de la red de Internet.

Lo que no se creía ocurriría pues ocurrió, lo que no sucedió nunca fue la famosa percepción de que Venezuela no era Cuba y que las circunstancias eran otras. Ni los “marines” nos salvaron ni aparecieron los redentores esperados. Tras once años desconocemos cada día más el país donde nacimos y que en otras oportunidades dio muestras de valor y entrega frente avatares parecidos. Entre los venezolanos hay muchos flojos y correveidiles, les gustan los dineros fáciles y apropiarse de los ajeno, y para ellos este” proceso” es un paraíso. Esto lo descubrió el oficialismo tempranamente y ha logrado arraigarse en el poder. Antes fue un reducto reducido, hoy es un antro de corrupción donde conviven las otrora corrientes políticas con los llamados comunistas. No importa que se pierda todo si tienen los dólares a buen resguardo, aquí son “socialistas,” allende de nuestras fronteras se identifican con el capitalismo expoliador y sus vicios. Así es la doble cara del venezolano, por aquí robando y a “Dios” rogando.

De este letargo nos costará salir, sólo medidas aisladas acometen algunos de nuestros paisanos, los demás hasta se acostumbraron a vivir de la “revolución” y se conforman con mandar mensajes desde los teclado de sus computadoras. El miedo es grande compadre y mientras haya donde “conseguir” habrá a quienes no le “interese” la política y se declaren niní. Cuando todo se haya revertido en la patria de Bolívar y no existan vestigios de lo que fue, estaremos muy distantes de redimirla, por ello, no vislumbramos ningún futuro halagüeño ni posibilidad de salir del trance, las elecciones constituyen la golosina que ofrece el régimen cada cierto tiempo para que los incautos se distraigan, mientras ellos se apuntalan cada vez más en el poder y engorda la masa de los llamados niní.

Al otro lado está la llamada Mesa de la Unidad, que ciertamente lo es para los intereses encontrados que existen en el intricado camino de la política, pero ella no es suficiente para empezar a construir nada, figuras añejas que poco se ocupan del acontecer político, su misión únicamente pareciera ser decir que la oposición tiene grandes posibilidades de alcanzar diputaciones en los próximos comicios. Eso y más nada les atañe, se concretan a las apariciones esporádicas para dar muestras de existencia. Hete aquí precisamente que esta entelequia trasmita resignación y no entusiasmo para salir a votar en las futuras elecciones. El otro gran problema es que no tienen algo que ofrecer más allá de las elecciones, cuestión que trae confusión entre la sociedad civil. De organismos como la MUD está llena nuestra reciente historia y el final lo conocen todos, puesto que no lograron resolver los problemas ni capitalizar el descontento.
La tropa oficialista no es un ejemplo de virtudes, ni siquiera se aproxima a una organización sería, funcionan al toque de la diana y de sus bolsillos, dedicados al turismo interno cual le pueda ofrecer el régimen siendo una militancia incierta. Sin embargo, los recursos crematísticos todavía los hay como para subsidiar la comida, abaratando los precios de los alimentos en los “Abastos Bicentenario”. Con estas estrategias efectistas se mantendrán, mientras la providencia los ayude como lo hizo con la luz.

Por estas sencillas razones, miramos un panorama sombrío al corto plazo, ante la ausencia de un liderazgo serio de la oposición, cuando únicamente quien asume todo el peso institucional del país decente es la Iglesia venezolana. Ojala en el tiempo que queda de aquí a las elecciones, la Mesa de la Unidad sepa actuar y no radicarse en apariciones espasmódicas, ojalá el componente niní también interprete a cabalidad la realidad del país y no se deje guiar solamente por los halagos utilitarios del régimen, de no ser así, se robustecerá la “revolución” y habremos perdido todos.

Francisco Alarcón
Diario 2001 . Noticiero digital.

Yo no fui

Basta con ser militante del oficialismo para estar exculpado de cualquier delito. En Venezuela ocurren las cosas más insólitas como el caso de la pérdida de toneladas de alimentos sin que se hallen todavía a los culpables, ni se haya imputado o señalado públicamente a quienes son los sospechosos, ni a los directivos de las empresas del Estado palmariamente comprometidos se les haya prohibido la salida del país. Sencillamente hemos oído puras excusas y a los funcionarios responsables atribuyéndoles el "error" a su impericia, cuando en todos los casos malgastar los fondos públicos irresponsablemente tiene su castigo, aunque estemos cohabitando con una "revolución socialista".

Insensatamente, también se enviaron de esos alimentos para Haití, poniendo en evidencia la incapacidad de un régimen que ya dio muestras de no saber conducir los destinos de este país y se atreve a expedir comidas en condiciones de basura a otra nación, qué mayor prueba quieren y qué mayor evidencia para el mundo. Eso es incapacidad, irresponsabilidad y corrupción. Y todavía pretenden que pase desapercibido o piensan neutralizarlo inventando "casos de corrupción" contra la industria privada para tratar de distraer la atención ciudadana con fines inconfesables.

El cierre del Banco Federal tiene características extrañas, se llevó a cabo la intervención después que la institución había abierto sus oficinas al público cómo para que la gente que estaba haciendo las colas se amotinara, cuando se enteraran que el banco estaba intervenido. Sin embargo, no fue así, la gente actuó en muchos casos prudentemente convencidos de que era una retaliación política en contra de su dueño.

Les dictaron prohibición de salida del país a 21 ejecutivos de la institución y los señalan de "bandidos" ante la opinión pública para hacer ver que la medida no lleva ningún tinte político. Cuando todo el mundo conoce la cacería que se le viene haciendo a los directivos de Globovisión. Bueno, ya le va llegando la hora a todos, habiendo perseguidos, expropiados y casi quebrados y dicen no se trata de una acción retorcida.

Globovisión es el verdadero objetivo de estas persecuciones, el final será la toma de él, el precio no importa, acabando con ingentes fuentes de trabajo y el ingreso de muchas familias. Lo cardinal del oficialismo era cercenarle a la opinión pública este importante medio de difusión que, sin tapujos viene comunicando el verdadero acontecer de la Venezuela decadente y en ruinas.
Para el oficialismo como hemos visto, el costo no cuenta. Que vayan a parar a la cárcel o al exilio inocentes con el rótulo de "bandidos" y que continúen en libertad, o premiados con un cargo diplomático los causantes de la pérdida de alimentos.

Las "responsabilidades" se establecen para dañar a la gente decente, desafecta al régimen y los perdones abundan cuando se tratan de sujetos ligados a éste. A nuestro presidente en una de sus últimas y "pródigas" alocuciones le alegró que se haya "normalizado" el servicio de electricidad porque ahora podrán las industrias trabajar a tiempo completo. Otro insólito, cuando el pueblo venezolano vive todos los días los apagones aunque no sean programados, cuando se sabe que las obras proyectadas por el Gobierno para aumentar nuestra capacidad termoeléctrica se encuentran paralizadas, siendo un ejemplo conmovedor Planta Centro, que pareciera tener un hado maléfico que no le permite arrancar sus generadores. La providencia ha sido hasta hoy benévola con el pueblo venezolano y las lluvias han asumido lo que no ha podido resolver la ineptitud oficial. Así vamos dando traspiés guiados por la "revolución" que persigue a la disidencia y ampara a los culpables de los conteiner de alimentos podridos, y al final dice el "líder de la revolución" yo no fui como si esto fuera suficiente para descargarse del desastre, vaya usted a saber si todavía hay incautos que lo creen.

Finalmente llegará el "salvador" de esta patria y le pagará en tiempo récord a los pequeños ahorristas, y todo apunta se quedará con el Banco Federal y Globovisión porque la "revolución" precisa de esas instituciones para ponerlas al servicio del "pueblo", hasta que ocurra su ruina como todo lo que toca este "proceso" de destrucción, ávido en acabar con la empresa privada. Pero ¡yo no fui!

Francisco Alarcón
Diario 2001 - The Americano - Noticiero digital entre otros.

Las palabras del mal de Francisco Alarcón

El lenguaje que vienen utilizando los sectores radicales del régimen no
necesita de la presencia de sicarios para irrogar daños a personas y bienes.
Increíblemente aquí se ha pasado por encima a cualquier norma de decencia
para dirigirse a la población, se han violado los adjetivos y "groserías"
cuando se trata de ofensas y ellas vienen desde las más altas esferas.
Cualquier ciudadano está indefenso frente a estas agresiones de las cuales
puede salir muy mal parado o extinto. Venezuela hoy en día es una pocilga y
el lenguaje grosero se convirtió al uso frecuente y oficial. Los peores
denuestos son escuchados casi como cosa normal y de ellos no se han salvado
ni los jefes de Estado de otras naciones. La violencia es un hecho singular
y cotidiano, oyendo y viendo como se transmite todos los días en cadenas de
radio y TV. Antes cuando escuchábamos argumentos parecidos nos sorprendía,
pero ahora nadie se asombra cuando se acude a una jerga inherente a los
bajos fondos.

Se atenta contra el honor a mansalva, se despotrica en contra de cualquiera
sin ser cierto lo que se dice, sin que ocurra una sanción ni siquiera de
orden moral, cuando pudiera tomarse en otro sitio del planeta como una
aberración grave o un delito, pues aquí no, lo aceptamos habitualmente, como
si se tratara de ocurrencias y palabras sueltas al aire que no le hacen daño
a ninguno, y no es de esta manera, hay palabras que causan defunciones;
quien instiga al delito o a los ataques haciendo de las mentiras "verdades"
va más allá de sus consecuencias. O Venezuela se moraliza y la familia se
reivindica ante la chocarrería oficialista o terminaremos todos siendo
víctimas de estas afrentas. Pareciera no ser suficiente con haber quebrado
la nación en once años de malos oficios y corrupción. Fue un axioma para
quienes actuaron y utilizaron este lenguaje a través de la historia que
terminaran sepultados por él. Así actúa, como la ley de la gravedad, todo lo
malo que se lanza se devuelve a sus propios incitadores, nadie está exento a
este principio ni autorizado por ninguna jerarquía para estar vejando a
ciudadanos decentes y a quienes le venga en gana. Tampoco se puede utilizar
como arma política la arremetida oficial para acabar con dignidades, y las
autoridades no se dan por aludidas por ser camaradas de quien nos injuria,
entonces en algún momento la reacción popular pudiera actuar como la
"justicia divina" y devolver las cosas de donde vinieron para restablecer el
orden moral y constitucional.

Coexistimos en un estado de absurdos donde se castiga y persigue con saña la
eficiencia y se premia a los malandrines, donde nos racionan la luz y
penalizan a quienes la aprovechan para producir bienes necesarios sin que el
Gobierno haga nada para solucionar el problema de fondo. Si no fuera por las
providenciales lluvias, actualmente Venezuela estaría a oscuras. No hay
comida, escasean las medicinas y los productos de primera necesidad y sin
embargo se pierden toneladas de alimentos por la ineficiencia de la peor
administración de nuestra historia. Con toda esta reseña fuliginosa a
cuestas, se pretende cerrar las empresas privadas que si producen para
sostenernos. Es del conocimiento público cómo se encarcelan a quienes opinan
distinto al "parnaso comunista", como se escarmienta el disenso y se cierran
medios de comunicación.

Si continuamos por este camino inverso donde nos conducen los matreros
hablando de honor y moral, queriendo cambiar el panorama, trocando las
mentiras en verdades y convirtiendo a las víctimas en victimarios, nada de
lo que ocurra será extraño, tanto así, como para que ese verbo encendido e
incendiario mutile todas las libertades incitando al odio. Venezuela hoy por
hoy es el paraíso de lo irracional, donde nos conseguimos con más paradojas
a las ya descritas, donde toma legitimidad el hampa en proporciones
alarmantes y donde el ciudadano de a pie se encuentra desasistido de la
justicia y vapuleado cotidianamente por palabras que matan. Tanto es el
absurdo de lo que acontece que nada de raro tendría legalizaran la
antropofagia frente a la escasez de carne, por decir tan sólo un exabrupto
de quienes quieren ir en contra de las leyes vigentes, naturales y
económicas.

http://www.2001.com.ve/articulo_opinion.asp?registro=4999

Publicado en Venzuela, Argentina, Estados Unidos y España

¡NO A LA REELECCIÓN!

Los pueblos de Latinoamérica hoy se yerguen para decirle no a la
reelecciones presidenciales. Vamos a salir de un período nefasto para entrar
en una reconstrucción de todos esos gobiernos que han echado abajo el
patrimonio de América y de sus pueblos. Quienes desdeñaron sus riquezas y
malgastaron sus haberes, esos dictadores cavernícolas que lograron la
primera vez llegar al poder mediante unas elecciones transparentes y luego
se han perpetuado con marramuncias en la presidencia de esas naciones, bajo
el subterfugio de una "revolución". Así se cundió parte del continente y
observamos como corolario la miseria y ruina de sus recursos naturales en
una loca entropía con la "Revolución cubana" que los condujo al desmadre
total. Hoy está en la mira Nicaragua con el firme proyecto de Daniel Ortega
quien también quiere reelegirse con una oposición decidida a no permitirlo,
precisamente este pueblo se encuentra a tiempo para no admitir ulteriores
comunismos copias del cubano. Los visos democráticos le ceden a la oposición
de ese país aun manifestarse, protestar y buscar por la vía del voto masivo
la no perpetuación de Ortega. Sería un gran éxito para la democracia
latinoamericana ir desencajando estos elementos aciagos, en tiempos en que
el mandato de Lula Da Silva está a punto de concluir para que Brasil regrese
a una democracia plena sin las amenazas de un "Foro de Sao Paulo". Asimismo
pudiera producirse la salida de los Kirchner en Argentina para que se
circunscriba el eje comunista en la arrasada isla de Cuba, en la Venezuela
tambaleante y al depauperado Ecuador, así la fuerza continental sería ínfima
para estos reductos disminuidos y fracasados. Las posibilidades para la
sobrevivencia de Cuba dependen más de los propios Castros que de los EUA,
Cuba tendrá que abrirse de una u otra manera a los mercados internacionales
y deberá incorporarse al contexto de las naciones libres si quiere
sobrevivir. En el caso de los demás, ellos mismo se encargaron de cavar sus
propias fosas, como lo vienen haciendo hasta que se abra una ruta nueva y
expedita que logre rescatar las democracias en esas naciones. La fábula del
socialismo del siglo XXI no pasó de ser eso, el comunismo real que trata de
instaurarse en estos países.

Caerá por su propio peso, cuando veamos mayores desgracias y la destrucción
total de industrias rentables aptas para alimentar a esos pueblo.
Cataclismos sin sentido con nacionalizaciones injustificadas y arbitrarias
como para decir que el comunismo se impone a la fuerza.

Pero el final debe ser distinto, la gente tiene un cierto límite, aunque
observamos un estoicismo anormal y paralítico. El hambre acogotará a los
seres y cuando empiecen a vivir sus rigores caerán todas las pantallas como
para seguir apoyando las seudorrevoluciones.

Serán tiempos de cambios en América y también de dolor para esos pueblos que
le han mancillado su honor y su libertad, y para recuperarla tendrán que
luchar con coraje; vemos ciertos deslaces que no deben ser al largo plazo,
los pueblos con hambre no tardan mucho en reaccionar, los pueblos con las
libertades conculcadas prontamente se sacuden viviendo en el "socialismo
real" o comunismo; sintiéndolo en sus propios predios y apreciando como la
destrucción los conduce a acabar con todas las maneras de supervivencia. Hay
escenarios ya anunciados como elecciones en estos países que, quizás no sean
concluyentes para un cambio final pero que abrirán los caminos de la
emancipación. Si no sucede la reelección de Daniel Ortega en Nicaragua,
seguramente volverá a su normalidad Centroamérica, a su moderación después
de una infame reincidencia y un tremendo retroceso imbuido por el llamado
"socialismo del siglo XXI" que no es más que el traslado del comunismo de
los Castro. El otro país primordial para la normalización del continente es
Venezuela, para ello hay dos elecciones en vísperas, las de septiembre de
legisladores y las presidenciales en 2012. Aunque las "revoluciones" salen
con verdaderas revoluciones restituyéndoles su libertad y prosperidad a los
pueblos oprimidos. Estos dos comicios son primordiales para los venezolanos
y el mundo, si la disidencia logra mediante los votos reconquistar sus
libertades, en parte se habrá ganado una batalla incruenta restitutoria de
los derechos constitucionales. Por eso, la consigna en Latinoamérica deberá
ser ¡No a las reelecciones!

Francisco Alarcón

http://www.2001.com.ve/articulo_opinion.asp?registro=4954