La gran paradoja de Chávez

Hemos visto encuestas publicadas, donde la desaprobación del gobierno es casi total y los problemas sustanciales son la inseguridad, escasez e inflación. Sin embargo, cuando hacen los desgloses aparece Chávez con una” popularidad” crecida, cuestión totalmente incomprensible, cuando él es el responsable indivisible de todo lo acontecido en estos últimos años. Pero podría tener su justificación en un país donde han predominado los nombres y no las ideas ni las políticas. 

Qué vivan las misiones!


Chávez en su empeño por disociar a la sociedad venezolana, repite persistentemente que si la oposición llega a ganar las elecciones en los comicios del 2012, serán eliminadas las misiones, cuestión que resulta un adefesio. Las misiones no pertenecen al ingenio chavista ya ellas existían cuando él llegó, quizá con otras denominaciones pero que cumplían los mismos cometidos en la ayuda familiar.

Además estaba el excelente Plan de Becas Gran Mariscal de Ayacucho, escuelas de música y orquestas, entre otros. Las becas Gran Mariscal de Ayacucho dieron sus frutos y aun continúan dándolos, pero tristemente se pierden para el país, porque muchos de sus egresados se encuentran actualmente allende de nuestras fronteras, realizando laudables labores en otros lugares.

¿Quién será el candidato de la oposición?

La revelación en estas lides primarias la hallamos en Capriles Radonski con su sostenido crecimiento y un buen respaldo organizativo, que si ha proyectado su existencia más allá de los sentimentalismos


El candidato la unidad debiera ser quien tenga una maquinaria capaz de proyectarlo hacia los más recónditos lugares de Venezuela, quien posea un discurso vigente, quien esté en inmediación con el pueblo. Sencillo decirlo y en la practica resulta espinoso para la oposición. Nos pronunciamos por un candidato opositor nombrado por consenso; las encuestas los han señalado y han sido pocas las variaciones en torno a ellos. Por eso, creímos que las primarias se pudieron abreviar con una buena sindéresis políticas y anteponiendo los intereses colectivos a los particulares. Sin embargo, vamos rumbo a ellas, cuando ya el candidato de la oposición debería estar en la calle porque serán muy pocas o ninguna las diversificaciones de aquí a febrero, a menos que ocurran situaciones fortuitas.

¿13 años no son nada?


Pareciera que trece años de sumisiones, menoscabos a la Constitución y saqueo de las arcas públicas no son suficientes para que ciertos venezolanos reaccionen.

Sabiendo que el problema central está en sustituir un régimen que ha acabado con todo, y tenemos que comenzar a rehacer el país, serán las cercanas elecciones una posible salida si utilizamos acertadamente la coyuntura política. Hay compatriotas que no están al tanto todavía de quien simboliza a la oposición, ni vislumbran un candidato que enfrente al representante del oficialismo. Pero, aspiran salir de un gobierno proyectado hacia el comunismo y no saben cómo hacerlo.

Tres leyes que matan la propiedad privada

El fin de este gobierno es acabar con la propiedad privada, y en ello no ha cejado. Comenzó con la agroindustria y terminó con la propiedad agropecuaria, trasladándola a manos inexpertas y arruinando al campo venezolano. Las confiscaciones urbanas son asaz conocidas y nadie está exento de perder su casa, edificio o comercio. Actualmente las cosas vienen de una manera más plantificada a través de tres leyes que, sepultarán definitivamente la propiedad y las empresas privadas. Edulcoradas como leyes de apariencias reivindicativas y por su contenido son confiscatorias. 

Desbandada chavista

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El chavismo implosionará y con mayores riesgos si no es Chávez de nuevo su candidato en el 2012. Si lo fuera habiéndole ganado cierto tiempo a su enfermedad, sería un aspirante lisiado y el temor se apoderaría de sus correligionarios duros

Pronto veremos la mayor diáspora dentro del “chavismo”, cuando sintiéndose sin dueño y ante mil pretensiones no les quedará más alternativa que dispersarse. Aunque Chávez se cure de sus males, ya no podrán contar con el otrora virulento candidato para las elecciones del 2012, igual que Venezuela va quedando acéfala de una dirección propia, sumisa a los Castros e intervenida desde Cuba. La anarquía que siempre existió será mayor en los mandos del gobierno, todavía no se ha definido una sucesión y todo está en veremos. No hay estabilidad de liderazgo dentro del chavismo pero si sobran los aspirantes; asimismo nunca más el Comandante será lo que fue durante trece años. La enfermedad lo hizo claudicar y desdibujó cualquier opción de “líder”, actualmente es un veterano en condiciones de reposo que eventualmente en el mejor de los casos logrará terminar su mandato. 

No a los candidatos “multiuso”


Ojalá estos grandes caballeros no vayan a encismar a la disidencia venezolana, que en esta oportunidad no votaría por ninguno de ellos poniendo en peligro ese bien tan preciado llamado unidad

No pudo Chávez en su reaparición de Aló Presidente ni levantar un suspiro, ni apelando al “balcón del pueblo”, otrora sitio de celebración y regocijo; ni verlo con muletas conmovió a ninguno. Es la ficción que cobra sus propias penas abandonando a los hombres de poca legitimidad, cuando engolfados al poder no piensan sino en asirse cada vez mas a él. No hay liderazgo que lo sostenga ni promesas que apabullen a una población burlada. Llegará la hora de la verdad donde los retruécanos y las ilusiones pasarán a otra dimensión que no se corresponda con la realidad. Tanto esperar para nada, tantas palabras vanas que en vez de arrimarlo al pueblo lo van alejando, cuando éste se siente chasqueado por los incumplimientos. 

VENEZUELA agoniza

Pareciera que sí fueron suficientes doce años para acabar con ella, casi todos sus estamentos están tomados por el hampa, no hay libertad para nada aunque se preconice una “revolución” con una “democracia protagónica”. El pueblo continúa sumido en la pobreza, sus riquezas fueron succionadas y desaparecieron sin que los venezolanos sepan su destino. Las empresas señeras van declinando en muerte lenta, las del Estado son un fiasco y el “hecho en Venezuela” ya no existe. Las buenas costumbres fueron a parar al hoyo de una sentina, así como es práctica actualmente de los parroquianos orinarse en las calles. Entretanto nos castiga el hampa cotidianamente, no hay rincón de este país donde se halle seguridad. Quizá sólo sea un privilegio para los jerarcas del régimen.

DESVARÍOS “revolucionarios”

Viendo las rendiciones de cuentas de los funcionarios del Gobierno que no son tales, ni siquiera se parecen a los juicios de residencias, cuales se distinguieron en la colonia y sus interpelados tenían que dejar muy claro a dónde iban a parar los reales que manejaron durante su gestión. Ahora se convierten en actuaciones impregnadas de imprecisiones, por no decir de mentiras ya que rebasan cualquier ficción. Así lo hemos contemplado cuando un ministro señala que aquí no se construyó nada durante los cuarenta años previos a la “revolución”. O cuando observamos a diario las reiteradas fallas eléctricas que este único gobierno no les ha encontrado soluciones a pesar de haber gastado cuantiosas sumas de dinero en sus “mantenimientos”. 

LAS DICTADURAS cansan

Con lo ocurrido en Egipto y Mubarak parece ser que las dictaduras, sea cual sea su laya, empiezan a cansar a los pueblos. No importa que enarbolen el socialismo y quieran hacerlo el longevo pretexto para desbaratar una nación, igual da que sea una dictadura derecha y militarista. Todas se juntan al final en sus principios, milicias armadas, autoridad omnímoda, acaban con el patrimonio público en función de un proyecto personal, y después no quieren irse del poder e inventan los mil y un subterfugios. 

La vida no vale nada...

No me voy a referir a la célebre canción del compositor mexicano José Alfredo Jiménez, sino a la situación actual de inseguridad que vive Venezuela, y que bien podemos utilizar este titulo para signarla. En Venezuela la vida no vale nada ni para pobres ni para ricos, ni para la gente del oficialismo ni de sus detractores. Es de tal magnitud la crisis de inseguridad que las comparaciones con las guerras declaradas ya no causan ningún efecto que asombre a uno. El país se tiño rojo desde que irrumpió la “revolución” comunista y no sólo en el simbolismo de sus colores, sino en la sangre que derraman a diario los ciudadanos en la calles de cualquiera de sus lugares. Si seguimos así, el crecimiento vegetativo de la población será equivalente al de los interfectos que nos topamos, cosa que parece una exageración igual que cuando por primera vez alguno dijo que el hampa generaba más muertos que la guerra de Irak. Al final todos se acostumbraron a escucharlo y se convirtió en un lugar común sin que, impresionara a nadie ni siquiera al propio régimen para que hiciera esfuerzos por corregirlo.

¿Por qué Insulza “reculó”?

Por qué Insulza se retractó de sus declaraciones iniciales cuando ya se había pronunciado en contra de la Ley Habilitante en Venezuela, porqué quienes forman parte de la llamada Mesa de la Unidad Democrática lo hicieron cambiar. La Mesa de la Unidad es otra expresión unitaria de los venezolanos pero no la única e infalible, y debemos estar claros que la Mesa representa quizá a muy pocos, pero los venezolanos en su intento de restituir una democracia plena en el país la aceptamos como una expresión general y no particular.

Venezuela un país de damnificados!!

Desde el primer momento este régimen se puso en evidencia con la tragedia ocurrida en el Estado Vargas, cuando no le pudo dar respuestas para su recuperación ni aceptó la ayuda de norteamericana, simplemente porque ya apuntaba hacia el comunismo y esto podía constituir una abjuración contra Fidel Castro. Sin embargo, se formaron organismos ampulosos con plenos poderes, que fenecieron en la burocracia sin resolver el problema. Vargas sigue siendo el signo de la degradación a pesar de que sus habitantes por esfuerzo propio han

“¡Abajo cadenas! Muera la opresión”

Como dice nuestro himno nacional en alegoría a la opresión. Comenzamos un año de indefinición sin rumbo cierto, más de dos lustros perdidos tras la huella de una “revolución” inexistente. Para quienes no somos chavistas, ni Nini, ni siquiera participes de una “oposición” organizada, advertimos los rumbos de Venezuela por un camino incierto. No hay nada que entrevea algo mejor sino por lo contrario nos acercamos al abismo peligrosamente.