Con la soga al cuello

Vivir con la soga al cuello se ha hecho costumbre para los venezolanos, bajo amenazas constantes que laceran a la Venezuela prospera y decente; nos somete “un caudillo por desgracia de Dios”. Diarias son las intimidaciones penalizando hasta la libertad de existir. Pareciera no ser suficiente con una “stagflatio” inducida por el mismo oficialismo, cuando arrasan los erarios públicos, destruyen la industria privada y rompen los nexos con nuestros tradicionales socios comerciales. Por ello, desaparecen los productos de primera necesidad en los expendios y otros aumentan sus precios en descomunal subida. Además de aprobar la Asamblea Nacional una ley de educación inconstitucional, que barrerá con los cimientos de una educación libre, destruirán con engaños la propiedad privada y usarán cuanto despropósito se le ocurra a quien demolió la democracia “democráticamente”, en confabulación con esos entes públicos que traicionaron al pueblo.

¿Será posible continuar viviendo bajo esta situación de presiones incansables y advirtiendo la inminente ruina del país, materializándose un comunismo tipo Cuba? Esa es la gran pregunta, si estamos dispuestos a seguir aceptando las imposiciones del caudillo “sin aviso ni protesto”.

Todo es penado menos la delincuencia e inseguridad que campea rauda a lo largo del territorio, mientras las posibilidades de protestar y de manifestar democráticamente son prohibidas o limitadas, cayéndole encima “todo el peso de la Ley” y los desbarros de los malandros afectos al régimen.

Casi una tragedia ocurre durante la última manifestación opositora, cuando la policía y la Guardia Nacional arremetieron contra ciudadanos indefensos. Bombas y más bombas tóxicas, perdigones para que luego un oficial hazmerreír, saliera a expresar su alegría arengando a la tropa causante de la agresión. ¡Rodilla en tierra! como Farriar en Carabobo fue lo que se le ocurrió decir; había librado una batalla contra el pueblo venezolano, había derrotado con vesania al “enemigo”, a quienes queremos devolverle la libertad a este país. Seguramente será condecorado por los esperpentos del régimen. El ministro de Interior también hizo gala de una labia burlesca al mismo estilo chavista para condenar la violencia de una oposición desarmada, pero henchida de valor que lucha por su supervivencia. Son estas las oscuras expresiones de un régimen que, pareciera estar en sus estertores, presintiendo lo que podrá ocurrir cuando ese pueblo arrecho exija justicia ante tantos desafueros.

Entretanto esto acontece, los ciudadanos seguimos torturados con las cadenas oficialistas y las pretendidas imposiciones de acabar con una educación libre y de terminar con la propiedad privada. Basta de atropellos es lo que se escucha en la calle, el descontento crece más, cuando más hablan los chocarreros comunistas. Vendrán las anunciadas medidas económicas que apretarán más los cinturones a quienes no les alcanzan ya los sueldos ni para comer. Desempleo, miseria y más pobres, mientras la boliburguesia cada vez está más rica y a ellos no pareciera hasta ahora afectarles en nada la coyuntura económica. Una Venezuela donde todo se mueve a punta de billetes y corrupción, y de donde paradójicamente emerge una nueva oligarquía desde las mismas filas de los camaradas. Las medidas económicas afectarán a los ciudadanos decentes, quienes pagan sus impuestos y son sometidos por los órganos recaudadores. La ley escorará hacia una sola porción de la población, para los demás la impunidad seguirá rampante. Son los martirios del chavismo, la incertidumbre que acogota a la gente y no les permite avanzar, viendo con desconsuelo como se esfuma la Patria noble. Con la soga al cuello esperando lo peor ¿llegará o no llegará el comunismo?, nos quitarán de una vez a nuestros hijos y propiedades, morirá la libertad? Esas son las interrogaciones que deberán hacerse los compatriotas de todas las tendencias políticas, antes de que nos ahorque la soga que nos echó al cuello una minoría satánica. Queremos el regreso a la Venezuela hermanada, no más odios ni rigores impuestos con deslealtad.

Francisco Alarcón
http://www.2001.com.ve/articulo_opinion.asp?registro=4122

RECULA el régimen, o nos reculan de Francisco Alarcón

Cuestión nada mala para los venezolanos, ojalá lo hagan y alcancemos las normas mínimas de convivencia. Pronto se darán cuenta que el cierre de las fronteras con Colombia resultaría un disparate y agudizaría la crisis interna del país. Nos veríamos casi totalmente desabastecidos y sería más evidente la escasez de alimentos y manufacturas. Venezuela cada vez es más vulnerable y dependiente, a ello la llevó “la revolución”, la situación económica se enredaba aunque los jerarcas del régimen estén jugándose la casi providencial subida del petróleo. Estamos en recesión y Chávez asevera que no, somos la veleta de Latinoamérica, embarcados en absurdos proyectos como el ALBA y con los restos de incoherencias que van quedando esparcidas en el camino del “proceso”. Las mentiras afloran a diario y asimismo mueren. El proyecto marco de la Ley de Educación comunista ya tiene muchos detractores, los disfraces y omisiones no les sirvieron para engañar a los venezolanos, será en los reglamentos donde se concretarían las normativas de la “formación” cubana y el ministro se constituiría en el comisario de la “ilustración”.

El hambre y escasez serán indetenibles y Chávez lo sabe, al igual que los Castro en Cuba llamando al pueblo a mayores sacrificios y trabajos, lo cual es un sarcasmo para quienes sobrellevan una dictadura sórdida.
En lo sucesivo será una lucha cuerpo a cuerpo entre el pueblo y el régimen que, quiere imponernos un comunismo a ultranza. Se acabaron los ambages ahora el Presidente deberá demostrarle a los organismos internacionales y al mundo entero que lo suyo sigue por los caminos democráticos, y que hay en Venezuela una democracia de desempeño. Ya no le bastará a Chávez con decir que fue electo en votaciones populares, y la OEA y los otros organismos internacionales, deberán intervenir honestamente ante los desmanes y violaciones que se cometen en el país. Tendrán que mirarlo tal cual es y no como pretenden venderlo con bondades y progresos inexistentes, financiados con los esquilmes a la bonanza petrolera.

Esto no nos excluye de la gran tragedia que hemos vivido y que actualmente se agudiza con la escasez de alimentos, medicinas y productos de primera necesidad. Lo que quiere el régimen es de una vez establecer un comunismo al calco del cubano. Están cocinándose las “leyes” en la asamblea mefistofélica que siempre a medianoche es cuando aprueban las nuevas leyes, pareciera que de día la conveniencia no es posible. Todo por sorpresa como el caco que irrumpe en un hogar para robar a sus dueños; a oscura se planifica el “futuro” de la nación.

Pues, rodilla en tierra deberá estar la sociedad civil, sino la reculará la “revolución”. Hay un escenario explosivo que difícilmente podrá evadir el oficialismo, a pesar de utilizar todos los métodos para mantener atemorizada a la población; la inflación corre como caballo desbocado y no habrá quien la detenga, el deterioro de la economía seguirá aún con precios del petróleo a US$ 70. Es una coyuntura interesante y quizás beneficiosa para esta sufrida patria, podrían venir tiempos mejores si se aprovecha, si mantenemos una voluntad férrea para luchar en contra del comunismo. No hay disimulos y la suerte esta echada, o vamos directo a la cubanización o nos sacudimos del yugo opresor no permitiendo leyes que violen la idiosincrasia de los venezolanos, vulnerando lo poco que queda de democracia. Es tarea de todos devolverle la libertad a Venezuela, aunque los organismos internacionales tengan su cuota de compromiso y hasta el presente irresponsablemente no lo hayan asumido.

Si uno a uno, los ciudadanos se le plantan a las leyes que tratan de imponernos, no habrá autócrata que logre aplicarlas, ni revolución que barra los cimientos democráticos. Lamentablemente aquí no hay nada que discutir sino que no permitir. La resistencia se hace cada vez más imperativa para preservar la paz y la democracia. Bastante está deshecha Venezuela para continuar expoliándola, y prolongar la situación sería un suicidio. ¡O reculan o nos reculan! No os olvidéis.

Francisco Alarcón

http://www.2001.com.ve/articulo_opinion.asp?registro=4082

MUERE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

A las dictaduras no les conviene la libre expresión y el proceso de restringirla en Venezuela comenzó a concretarse con el cierre de RCTV. Hoy en día es un hecho claro, cuando la Fiscal de la República ha solicitado una ley que penalice la libertad de expresión y cuando el Ministro director de CONATEL cierra de un plumazo 34 emisoras. El caso de Globovisión es asaz conocido fuera y dentro del país, mil multas impositivas, hostigamientos en contra de sus directivos y trabajadores, nunca jamás hubo un hecho tan denigrante para la democracia. Seguramente la intención será cerrarla antes del 15 diciembre cuando pretende Chávez poner en vigencia las leyes “revolucionarias” que darán al traste con la democracia, convirtiéndonos al comunísimo.

Para esos tiempos si lo permitimos, el régimen no podrá tener ninguna tribuna que lo cuestione, el pensamiento único se habrá ajustado y las temidas leyes que acabarán con la propiedad privada y de educación entrarán en vigencia ilegalmente.

Las encuestas, el pulso en la calle es contrario a la propuesta comunista, por eso, no consigue adeptos ni entre las filas oficialista para ganarse las simpatías públicas.

Seguramente será imposible escribir como hasta ahora lo hemos hecho, habrá muerto definitivamente la libertad de expresión, y ya no nos preguntarán los amigos del exterior ¿Cómo es eso qué no hay libertad para opinar, si tu dices lo quieres en tus escritos? Así es, hasta el momento existe una dualidad que el gobierno “permite”, mientras trata de establecer las medidas punitivas contra libertad de expresión, como “garantía” a la salud emocional de los venezolanos. Ya las cosas son más evidentes, dictadura no permite disidencia, ni criterios inversos. El comunismo llegará tal como llegó en Cuba donde no hay espacios para las diatribas. Donde no hay propiedad privada sino colectiva y donde los capitales están en manos del Estado y los privilegios pertenecen a la nomenklatura de los jerarcas comunistas. Hacia ya vamos, y pronto llegaremos si no organizamos una resistencia. El venezolano ha permanecido inasible ante las pertinaces violaciones de sus libertades, tratando de apartarse de la política creyendo que de esta manera el comunismo no los alcanzará, o sencillamente aproximándose a él para enriquecerse. Es la hora de las definiciones donde no se justifica esa doble cara que se denominó la corriente nini; mas daño le hace un nini a la Venezuela democrática que un comunista confeso.

A quienes escribimos se nos acerca la hora de cesar, “por ahora” cuando no podamos apartarnos de la realidad o convertirnos en “nini” tratando temas inicuos o reculando y escribiendo sobre nuestro asunto, la poesía. Les parecería peregrino a los lectores vernos de repente cambiados con un país al borde del barranco, seria una traición a nuestros principios y a nuestros conciudadanos, como decía Bertolt Brech cuando estuvo involucrado en su lucha contra Hitler “no se debe escribir un soneto a la belleza de la naturaleza cuando el mundo se hunde a nuestro alrededor”. Será así, si llega a ocurrir lo que presentimos, si este pueblo no despierta muy pronto habrá perdido su libertad, convertidos en esclavos del comunismo al igual que lo fueron los pueblos de Europa Oriental, o lo es el cubano. Nos habrá tocado el infortunio mirando los amaneceres y crepúsculos de esta tierra escarnecida e infecunda como si nada estuviese ocurriendo. Nos habremos enterado tardíamente de que ya no somos dueños ni de nuestra familia, ni de nuestra propia conciencia porque no despertamos a tiempo, o porque preferimos preservar nuestros adeudos y compartir las francachelas con el régimen. Así va agonizando el país sin que casi nadie se conduela de él. Buscado un mástil cercano para tratar de salvarse en soledad, como si ello fuera posible. Comunismo es comunismo, para el empresario o para el pobre; es el mundo abstruso donde los individuos cada vez son más indigentes, mientras la nomenklatura es cada vez más rica. Allí tenemos el ejemplo de los hermanos Castro quienes se transfieren el poder y la nación a su libre arbitrio, como si fueran los dueños de Cuba.

Francisco Alarcón