Economía explosiva

Igual como la miseria incluye a la mayoría de los venezolanos, hay muchísimo dinero en la calle. Lo vemos a diario en los boatos del chavismo con sus carros de lujo y restaurantes repletos. Es el contraste de vidas en esta Venezuela paradójica que debía estar en pleno desarrollo, empero, en ella sobreviven pobres y nuevos ricos en condiciones desiguales.

Pues su presidente nunca comprendió esta diferencia existencial, contrariamente la aupa y no hace nada por combatir la corrupción. Ahora los randas no son los únicos pillos identificados por la población, son también esa clase emergente que acompaña al régimen en la “gerencia” de los negocios y cobros de comisiones, quienes disfrutan de las riquezas fortuitas que les provee la “revolución”.

Entretanto, la Venezuela trabajadora y productiva, empobrece cada vez más, quizás esté en la antesala de su crepúsculo, nadie entiende el nuevo talante de la economía que Chávez inquietantemente rige, soltando el dinero a manos llenas sin ningún tipo de previsión, sin saber si los recursos existen para cumplir con las obligaciones, volviendo a los impuestos directos del Débito Bancario y creando nuevos repeches.

Así anda, ofreciendo aumentos de sueldos a maestros y médicos acérrimos críticos a su planeamiento comunista. Por un lado los intimida regulando los precios de los servicios clínicos y por el otro decreta repentinamente la subida de los sueldos, a los pocos días de estar planteada su inconstitucional reforma.

Estas incongruencias son producto de su desesperación, viendo el rechazo de los venezolanos hacia el comunismo, sacándole de quicio. El país está descompuesto con la subida de los precios al consumidor que desmedidos son indexados a diario por los vendedores, rondando los aumentos en un 100% en las manufacturas y alimentos.

Mientras tanto el dólar oficial privilegio del régimen se mantiene anclado en Bs 2.150. Siendo inexistente para quienes no tenemos acceso a él, que somos casi todos. El dólar oficial produce jugosas ganancias para los intermediarios y corredores afectos al régimen.

Ciertamente esto no se mantendrá por mucho tiempo, siendo insostenible el gasto corriente con las erogaciones en el exterior y la caída en la producción de la desvencijada PDVSA. Chávez se mantiene con ese barril petrolero caro, más no Venezuela, ése ha sido su puntal y “proyección” continental. Es también la teta de Cuba, mantenidos del régimen por disposición del presidente “desprendido” con el dinero ajeno.

Nadie se aguanta de esta manera, pareciera cómo si un individuo pegó un cuadro de caballos y no sabe en que gastar los ingresos hasta que se percata de su ruina. Así nos ocurre a los venezolanos sin quererlo, cuando un sólo hombre se adueño del país y de sus entradas, y las gasta a manos llenas hasta que llegue su pobreza que, alcanzará a todos los venezolanos y sin derecho a ejercer ningún reclamo de esos prestamos “solidarios” repartidos por todo el orbe.

Posiblemente esta economía explosiva y empobrecedora será la que sacará a Chávez del poder, cuando no pueda complacer a sus cofrades nacionales e internacionales, desapareciendo súbitamente en un sólo estornudo, esfumándose cuanto adefesio “erigió”, dejando una patria en bancarrota que habrá de reconstruirse piedra a piedra.

La tragedia de Venezuela está en Chávez que además de irrogarle todos los daños materiales quiere imponerle un comunismo abrasivo, depauperando a su pueblo.

Quienes se han beneficiado del botín, son quienes no se molestan ni inmutan ante la realidad de Venezuela, nos chupan o chuparon la sangre con el mayor desparpajo. Pero como todas las cosas deben morir de acuerdo a las teorías científicas, ésta no estará exenta de desaparecer y posiblemente más pronto de lo que imaginan los socios latinoamericanos de Chávez.

Esos afines ideológicos y celestinas de la humanidad, enterados que vivimos en una dictadura disfrazada se hacen los locos porque a ellos les mojaron las manos con nuestras divisas. Para el común de los venezolanos hasta el momento, las instancias internacionales hacen caso omiso a las denuncias de victimas del régimen, persecuciones, presos políticos, etc. que, en su momento el pueblo de Venezuela les demandará.

Tenemos un presidente que trabaja para su bienestar personal y de su claque. La economía pronto no dará para tantos compromisos y explotará, emergiendo la podredumbre inaguantable de esta estrafalaria “revolución”.

de Francisco Alarcón
siario de América (USA) Occidente Digital (España
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