
El "Karma" de algunos compatriotas es haber elegido a Hugo Chávez como presidente de este país, para tribulación de todos los venezolanos. Individuo arbitrario que no aprende a gobernar y que en ocho años no asimiló cuales son la funciones de un jefe de Estado. Esta conducta nos lleva por rumbos inciertos, siendo la eterna afectada Venezuela.
Mañana dirá la historia que fuimos unos insensatos y que nos salimos de la realidad del momento, seremos todos condenados sin haber sido todos partidarios del desastre que actualmente presenciamos. Es ahora paradójicamente, cuando Hugo Chávez se "da cuenta" que es casi imposible gobernar al país acabando con sus instituciones, y que su socialismo del siglo XXI, no existe como realidad ideología ni práctica. Fueron sueños y se le cumplieron al pie de la letra, no hay nada que no haya inventado con su "arbitrio conceptual"
El más amplio poder rendido a sus pies se disipa por sus propias añagazas, sin lograr sostener a su mismo desgobierno. No hay ni siquiera la excusa de responsabilidades compartidas, él es el único comprometido y será el único responsable.
Él se desmaleza dentro de su intricada selva, cuando redescubre los problemas que siempre agobiaron la nación, delincuencia, la economía informal, desabasteciendo, inflación y parálisis, entre otros, recurriendo a las mismas medidas fondomonetaritas que, tanto criticó y que marcaron la caída de gobiernos predecesores.
El aumento de la gasolina será emblemático, y esto pudiera significar que su administración está "quebrada" y que esas ampulosas estadísticas ostentadas en logros económicos son puramente virtuales. Los venezolanos debemos estar preocupados no sólo por la subida de precios del combustible y ulterior inflación, también porque detrás esto pudiera estar el fracaso de una gestión económica que terminará sepultada.
La riqueza del chavismo exclusivamente ocupa los bolsillos de los "vivos", y Venezuela estará próxima a una severa crisis, sin que vislumbremos ningún tipo de amparo de los países desarrollados. El régimen no ordenará sus cuentas y seguirá exhibiendo lo que no tiene y lo que no produce, revelándose esta verdad cuando se origine el desplome.
Si algún gobierno "construyó" sus "logros" sobre la mentira fue éste, por ello, desde hace tiempo los analistas vienen alertando sobre las incompetencias de Pdvsa y sus dudosos niveles de producción. Chávez tendrá que seguir mandando, aún tomando medidas arbitrarias y antipáticas; si los motorizados continúan sembrando el caos habrá que "someterlos", si los buhoneros se empeñan en montar nuevamente sus tarantines en la vía publica, deberán ser "castigados". Cuestión que rebotará como una antinomia para su gestión caracterizada por la anarquía y destrucción.
El gobierno está en la obligación de recobrar los espacios públicos, cuéstele lo que le cueste, deberá combatir la delincuencia y regresar a los métodos pasados de lo contrario nada contendrá la ingobernabilidad y el desmadre. Llego la hora pues, de hacer algo, aunque sea con medidas desesperadas y de última hora, la gente sin distingos políticos lo demandará y el gobierno deberá darle respuestas antes de que implosione. O se combate al hampa de alguna manera y se proveen los anaqueles en las ventas de víveres, o pronto estaremos viviendo en el reino de la violencia, con hambre y altos precios. El desempleo abierto irrumpirá nuevamente si el ciudadano presidente no se da cuenta que quien genera trabajos estables, es la industria privada y no sus misiones y canonjías.
El fracaso abruma y hoy más que nunca se patentiza con el único responsable sin ningún descargo o exhorto. Pero Chávez por fin tendrá un logro en su haber, inaugurando en tiempo previsto la única obra legítima de su administración, el nuevo viaducto de la autopista de la Guaira, que actualmente construye una empresa responsable y de amplia trayectoria sin filiación política. En hora buena para los venezolanos beneficiándonos con esta labor casi impremeditada de la "revolución".
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