
Sin sudarse, ni exponerse a los riesgos de lugares abiertos; por tanto, Rosales sí lo hace desde el primer momento, en los "bastiones" señalados como del chavismo recalcitrante. Sus denuncias son directas y le irrogan troneras a Chávez, cada vez que las divulga: contra la inseguridad, contra la educación ideologizada. El miedo de Chávez crece cuando mira cómo mengua su poder de convocatoria, con menos partidarios y más chuscos, a pesar de los recursos crematísticos y de la forma inescrupulosa cómo se manejan. El pueblo no responde a sus convites, ya no quiere oírle sus sandeces sobre guerras imaginarias, atentados, golpes de pecho y arrepentimientos. Luego de ocho años de abusos e ineptitud en el poder, de decadencia y regalando el dinero de todos los venezolanos en el extranjero. Sumado a esto, las cosas oscurecen sin que el régimen haga nada, con una inflación disparada y un dólar fuera de control. Poco a poco, se van acentuando los atropellos del chavismo, latrocinios, después de haber dispuesto discrecionalmente de los fondos públicos, sin rendirle cuentas a nadie. La historia tiene su cordura en incesante discurrir, no hay crimen perfecto, no hay delito sin delincuente, el chavismo sabe que sus días finales están cercanos, por ello, la lucha interna se exacerba y los miedos son desmesurados. Qué harán los cabecillas de esta "revolución". Los ladrones, cómo justificarán los tantos egresos perdidos, los planes inconclusos, los bancos creados y que no le resolvieron problemas a nadie.
Es el pueblo que actualmente le reclama a Chávez, es la "rebelión popular" contra un pésimo gobernante, contra la corrupción de los funcionarios públicos. Allí estará Rosales para hacer las denuncias convenientes, una a una, para que no haya impunidad. Venezuela no puede seguir siendo un país de bandidos y comisionistas, el mismo Chávez lo reveló en sus comienzos y se comprometió en acabar con ellos, pero no fue así, y nos conseguimos con el régimen más despilfarrador en la historia de Venezuela. La justicia deberá ser ejemplarizante para los trasgresores. Internamente el chavismo, hoy se debate entre quienes fueron engañados y creyeron en una revolución y quienes se aprovechan para esquilmar la nación. Así el miedo sube siendo incontenible, Chávez no se atreve a dar un paso en la calle, sus cordones de seguridad son mayores, después de haber sido un líder popular y de amplia convocatoria.
Mientras esto sucede, Rosales recorre el país a su albedrío, así es la libertad que va más allá de las ataduras de una autocracia y, debe alcanzar una salida pacifica el 3 de diciembre. Razón que Chávez también debe entender, deponiendo sus amenazas; la violencia se devuelve a sus instigadores. La historia fue implacable en estos casos, siempre los villanos terminaron en sus propias hogueras, Cayo Germánico, aquel emperador romano, conocido como Calígula, derrochador de la fortuna de Tiberio, y cortabolsas de las arcas del pueblo romano, no sobrevivió a los atentados de sus seguidores, encontrando su final en manos de su guardia pretoriana. La salida de Chávez debe ser por las vías democráticas y para que sea así, él tiene que entenderlo. Así ganará Venezuela y volveremos a la unión en paz.
Por Francisco Alarcón
Publicado en el diario 2001
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