
El candidato la unidad debiera ser quien tenga una maquinaria capaz de proyectarlo hacia los más recónditos lugares de Venezuela, quien posea un discurso vigente, quien esté en inmediación con el pueblo. Sencillo decirlo y en la practica resulta espinoso para la oposición. Nos pronunciamos por un candidato opositor nombrado por consenso; las encuestas los han señalado y han sido pocas las variaciones en torno a ellos. Por eso, creímos que las primarias se pudieron abreviar con una buena sindéresis políticas y anteponiendo los intereses colectivos a los particulares. Sin embargo, vamos rumbo a ellas, cuando ya el candidato de la oposición debería estar en la calle porque serán muy pocas o ninguna las diversificaciones de aquí a febrero, a menos que ocurran situaciones fortuitas.